Una alucinante pretemporada finalmente da un primer paso hacia la realidad. Los Marlins viajan hoy hacia Atlanta para una miniserie de dos juegos de preparación antes de iniciar la contienda del 2020 en Filadelfia y probar, por primera vez, cómo se ve la burbuja del otro lado, del visitante.
Sur Florida/El Nuevo Herald
Durante unas tres semanas, los peces se han acostumbrado al ambiente calmo y seguro del estadio en La Pequeña Habana, pero en 30 ocasiones -muy pocas en el sentido histórico del béisbol de Grandes Ligas- deberán emprender camino hacia los parques del Este en la Americana y la Nacional.
“Estos dos jugos contra los Bravos nos darán un mejor sentido de la realidad, de donde estamos’‘, expresó Miguel Rojas. “Hasta ahora veníamos haciendo choques entre escuadras nuestras, ahora veremos como funciona el trabajo en equipo de una mejor manera. Veníamos necesitando juegos así’‘.
Serán apenas dos encuentros, muy distinto a una Liga de la Toronja con casi un mes de encuentros con rivales de todo tipo, peo como se dice por ahí, lo que es parejo no es ventaja. Todos los clubes de las Mayores han debido hacer de tripas corazón y prepararse lo mejor posible en medio de las circunstancias.
Ya bastante irreal ha sido todo, desde la división del grupo de peloteros de Miami en dos clubhouses, pasando por el contacto mínimo con los jugadores de banco sentados en las gradas y la ausencia de saludos o palmadas en la espalda. Para variar, hasta los anotadores oficiales harán su función desde las casas.
“Todo ha cambiado, todo es distinto, pero es la nueva realidad a la que ya nos hemos ido acostumbrando’‘, agregó Rojas, el capitán del conjunto. “En cuanto a lo de los anotadores, me entero ahora. Creo que desde sus casas podrán apreciar mejor las jugadas’‘.
La presencia es Atlanta martes y miércoles (con Jose Ureña y Pablo Lopez en la lomita), además de proveer un sentido de inminencia en la temporada, será un recordatorio del complicado panorama que les aguarda a los Marlins una vez que se de la voz de playball y deben enfrentarse a las potencias conocidas de su división y las recién agregadas de la del joven circuito.
La pregunta-lema-grito de guerra de “¿por qué no nosotros?’‘ será puesta a prueba 60 veces por organizaciones que en los pronósticos y a simple vista se encuentran en un nivel superior a la de Miami, como por ejemplo estos Bravos repletos de talento que ya son invitados asiduos a los playoffs.
Pero así como de alocada ha sido la primavera por el impacto del COVID-19 y el efecto de las pocas semanas de entrenamiento, los peces estiman que esa paridad en problemas también empareja la capacidad de producir resultados inmediatos en todos los equipos.
“Soy optimista de lo que pueda pasar en esta temporada, sobre todo por la forma en que están nuestros lanzadores abridores’‘, recalcó Rojas. “Nunca dejaron de prepararse y llegaron al campamento muy por encima de las expectativas. Del primero al último se ve el progreso. La ofensiva se ha mejorado, la experiencia es superior. El “por qué no nosotros’‘ no es una pregunta hueca, tiene mucho sentido’‘.