Kim Kardashian y los cuatro hijos que comparte con el rapero Kanye West, del que se separó este mismo año, conocen muy bien lo que implica verse infectado por el coronavirus. Como se desprende del último episodio del programa de telerrealidad ‘Keeping Up With The Kardashians’, que documenta precisamente esa terrible vivencia, la celebridad se vio sometida a varias semanas de mucho miedo e incertidumbre a cuenta de la salud de los suyos.
Sur Florida / eldiariony
En una de las escenas del citado capítulo, Kim aparece ante la cámara visiblemente afectada por la debilidad corporal y el malestar general derivados de su infección, al tiempo que cuenta a sus seguidores que tanto ella como su hija mayor North acababan de dar positivo en las pruebas que se habían realizado antes de irse a descansar a la cama. Por otro lado, la empresaria ha explicado a sus seguidores que Saint, el segundo de sus hijos, había traído la enfermedad a casa tras ser contagiado por un compañero de clase.
“Alguien de su clase dio positivo en coronavirus y mi hijo estaba lógicamente cerca. Así que al final Saint ha dado positivo y estoy muy preocupada por él. No para de llorar y de toser… Y ahora North ha empezado a sentirse mal también. Anoche dormí con ella en la cama. Su test ha dado negativo, pero voy a hacerle otra prueba el sábado”, relata Kim Kardashian a los espectadores poco antes de confirmar que North también padecía la enfermedad.
Finalmente, los otros dos retoños de la socialité, Chicago y Psalm, también sucumbieron al virus pero en su caso con síntomas mucho más leves que los de sus hermanos mayores. En cualquier caso, semejante panorama sanitario obligó a suspender las grabaciones de ‘Keeping Up With The Kardashians’ durante dos semanas para que la familia pudiera recomponerse y superar juntos tan mala racha. “Obviamente, cuidar de mis hijos siempre será lo primero”, señala Kim.