Han pasado ya varios años desde que Justin Bieber dejó de destacarse en la crónica social por todas esas polémicas y salidas de tono ligadas a su carácter más rebelde, irreverente e incluso caprichoso. Y es que, desde que Hailey Baldwin regresara a su vida en 2016 para brindarle esa ansiada estabilidad tanto personal como sentimental, el astro del pop ha estado haciendo todo lo posible para enterrar definitivamente su etapa más adolescente y dar paso a una era de madurez y responsabilidad.
Sur Florida/El Diario
Sobre esta progresiva transformación de su mentalidad ha querido reflexionar ahora el propio cantante en su última publicación de Instagram, en la que ha querido incidir en la forma en que su “egoísmo” y esa sensación de impunidad que le caracterizaban en la cúspide de su carrera lograban arruinar, por otro lado, cualquier relación amorosa e incluso sus amistades más estrechas.
“Permití que el ego y el poder tomaran el control de mi vida y todas mis relaciones sufrieron por ello. Mi escala de valores empezó a cambiar a medida que entraba en la adolescencia y mis inseguridades dictaban lo que hacía y el valor que otorgaba a las cosas. Pero ahora lo que deseo son relaciones saludables, verme motivado por el amor y la verdad. Quiero ser consciente de mis errores para poder aprender de ellos”, reza un extracto del emotivo texto que ha compartido en su perfil.
El intérprete canadiense, quien no ha dudado en recordar a sus fans sus comienzos humildes y autodidactas en el mundo de la música, también ha hecho una bonita referencia a sus planes de futuro con la sobrina de Alec Baldwin, con quien contrajo matrimonio en dos ceremonias separadas por casi un año de distancia: una en septiembre de 2018 y otra en el mismo mes de 2019.
“Quiero poder dejar atrás mis deseos más egoístas para poder ser un buen marido y un buen padre en el futuro. Y me siento agradecido de contar con Jesús a la hora de guiar mi camino. Nunca tuve demasiadas cosas materiales en mi infancia y por entonces no estaba interesado ni en la fama ni en el dinero. Ahora quiero cumplir con la misión que Dios me ha encomendado y no quiero hacerlo solo”, ha aseverado Justin.