Una juez federal expresó el domingo graves preocupaciones por el nuevo sistema electoral en Georgia, aunque declinó ordenar al estado que sustituya sus máquinas de voto con pantalla táctil por papeletas marcadas a mano para las elecciones de noviembre.
Sur Florida / apnews
El fallo respondía a una demanda presentada por defensores de la integridad del voto, que cuestionaban el sistema adquirido el año pasado a Dominion Voting Systems por más de 100 millones de dólares. Los activistas alegaban que el sistema supone una traba inconstitucional sobre el derecho al voto porque los votantes no pueden tener confianza en que su decisión se contabiliza con precisión.
Representantes del estado alegaron que Georgia ha hecho actualizaciones y mejoras de seguridad significativas en su infraestructura electoral en los últimos años y que las nuevas máquinas han pasado estrictas pruebas y las medidas de seguridad evitarán problemas. También dijeron que sería extremadamente costoso y difícil aplicar cambios de última hora.
La votación anticipada presencial comienza el lunes, y apenas quedan tres semanas para el Día de las Elecciones.
El nuevo sistema utiliza máquinas de voto con pantalla táctil para imprimir una papeleta con un código de barras, que después lee un escáner. La demanda presentada por los activistas “presenta una grave vulnerabilidad en el sistema de seguridad y problemas operativos que podrían colocar a los demandantes y otros votantes en peligro de verse privados de su derecho fundamental de depositar un voto efectivo que se contabilice con precisión”, indicó la juez Amy Totenberg en su fallo de 147 páginas, publicado el domingo por la noche.
“La orden judicial ha indagado mucho en los riesgos reales planteados por el nuevo sistema de voto (…) así como en su forma de implementación”, escribió Totenberg. “Estos riesgos no son ni hipotéticos ni remotos en las circunstancias actuales”.
Los activistas han demostrado que los problemas en el equipo y en la base de datos de votantes registrados durante unas elecciones piloto el año pasado y las rondas de primarias en junio y agosto este año “causaron varias caídas de servicio en los centros de votación, mermando gravemente el ejercicio de sufragio de los votantes”, añadió.
Sin embargo, la juez señaló que los precedentes de la Corte Suprema reconocen la “autoridad y el poder” de los estados para regular sus comicios y el proceso de voto en sí, y admitió que el alto tribunal ha reiterado en los últimos meses que los tribunales menores deben ejercer una gran moderación a la hora de ordenar cambios sustanciales tan cerca de unas elecciones.
“La implementación de un cambio sistémico tan repentino en estas circunstancias no puede causar más que confusión de los votantes y una cierta interferencia electoral”, escribió.
Por esos motivos, señaló la juez en el fallo, se rechazaba la petición de los demandantes de sustituir de inmediato el nuevo sistema electoral por uno con boletas de papel marcadas a mano. Pero advirtió que “las cuestiones vitales identificadas en este caso no desaparecerán ni serán corregidas de forma apropiada sin una gran atención y recursos del estado, evaluación seria y continuada por parte de expertos independientes en ciberseguridad y una mente abierta”.