Un juez administrativo de Florida determinó que un maestro que le dio una tunda con el cinturón a su hijo en plena clase por portarse mal en una escuela pública de Miami estaba en su derecho de hacerlo y debería se reintegrado a su puesto.
Sur Florida/El Nuevo Herald
El maestro Blucher Menelas acudió en febrero de 2019 a la escuela de su hijo, la Academia Preparatoria Madie Ives K-8, ante las quejas de la profesora Patricia Costa por el mal comportamiento del menor.
Menelas, un maestro de química en la Escuela Secundaria Dr. Michael M. Krop, de Miami, se disculpó por el mal comportamiento de su hijo en la clase, le pidió el cinturón al menor y lo azotó en frente de sus compañeros.
Después de la clase, Costa denunció la paliza y la Junta Escolar del condado de Miami-Dade alegó que Menelas violó una política del distrito contra el castigo corporal.
La Junta suspendió a Menelas en noviembre pasado y comenzó su proceso para despedirlo, pero Menelas apeló y el juez administrativo John Van Laningham argumentó que como padre tenía derecho a azotar al niño.
El juez subrayó que el distrito escolar no debe tratar a Menelas diferente a como lo haría con cualquier otro padre, que tuviera otra profesión, que participara en la misma conducta.
Para Van Laningham si Menelas fuera un contador, por ejemplo, en lugar de un maestro, el distrito no tendría autoridad para imponer disciplina por violar la política de castigo corporal.
Precisó que él estaba claramente en el salón como “padre”, no como el maestro de nadie.
Agregó que si Menelas hubiera azotado a su hijo de la misma manera en el pasillo de una tienda, el distrito tampoco “tendría jurisdicción para disciplinarlo por tal conducta”.
Al ser un juez administrativo, la decisión de Van Laningham es una recomendación que tendrá en cuenta la Junta Escolar para la decisión final.
