El príncipe Felipe de Edimburgo, quien falleció hoy a los 99 años, siempre fue un personaje intrigante y llamativo en su paso por la realeza británica.
SurFlorida / La Nación
Con una vida familiar tumultuosa, su infancia -y probablemente también su personalidad- estuvo marcada por la ausencia de sus padres. El joven príncipe se crio en Inglaterra con su familia materna, mientras su madre Alicia de Battenberg era recluida en un asilo en Suiza por su esquizofrenia, y su padre Andrés de Grecia permanecía exiliado en Francia.
Primeros años y exilio de su familia
Felipe nació en Corfú, Grecia, justo en un momento de fuerte agitación política en ese país. El movimiento antimonarquista terminó ordenando la ejecución de su padre que tuvo que abandonar su patria junto con toda su familia. Felipe pasó de Grecia a Francia con toda su familia. Allí permaneció durante los primeros años de su infancia. “Se ríe todo el día. Nunca vi un bebé tan alegre”, lo describía su madre en una carta de 1922 dirigida a su hermano, Lord Mountbatten.
La enfermedad de su madre
Durante su estadía en Francia, el pequeño Felipe fue testigo directo de los primeros rastros de la esquizofrenia de su madre Alicia. La princesa empezó a tener delirios místicos y fue enviada por su familia a Suiza, en donde recibió tratamientos psiquiátricos experimentales. Felipe permaneció unos años viviendo con su padre y sus hermanas en Francia, pero luego fue enviado a Alemania, y finalmente al Reino Unido, en donde comenzó su educación “a la inglesa”.
Educación en Inglaterra de Felipe de Edimburgo
Por consejo de su tío Louis Mountbatten, siguió su educación en Inglaterra. Vivía en las residencias de sus primos. “Felipe, ¡sin domicilio fijo!”, firmó en una ocasión en el libro de visitas de una de las casas en las que residía.
Fue descripto por sus profesores como un joven inteligente y sumamente cortés. En estos años solicitó la nacionalidad británica y adoptó su apellido materno (Battenberg, en su versión inglesa Mountbatten). Felipe se puso como objetivo hacer una carrera en la Marina Real del Reino Unido.
Muerte de su hermana
En el año 1937, cuando tenía solo 16 años, su hermana Cecilia murió junto a toda su familia en un accidente aéreo en Bélgica. En el funeral, en Darmstadt, Alemania, se reencontró con su madre después de muchos años de estar separados.
Primer encuentro con Isabel
A los 18 años, en el Colegio Naval Real de Dartmouth, conoció a la princesa Isabel, heredera al trono del Reino Unido, quien solo tenía 13 años en ese momento. Ella se enamoró perdidamente del joven griego que hablaba inglés pero tenía aires de alemán, y empezaron a enviarse cartas.
Segunda Guerra Mundial y Felipe de Edimburgo
En 1939, ingresó a la Marina Real británica, graduándose al año siguiente como el mejor cadete de su camada.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, luchó del lado inglés en varios enfrentamientos que tuvieron lugar en el Mediterráneo, como las batallas de Creta y del cabo Matapán. Dos de sus cuñados (casados con sus hermanas) pelearon del lado alemán. Fue ascendido a teniente de navío y en octubre de 1942, fue designado al mando del HMS Wallace a pesar de su juventud. Tenía 21 años.
Casamiento con Isabel
Tras finalizar la guerra, en el año 1946 le pidió la mano de su hija al rey Jorge VI, con quien se casó en la abadía de Westminster, el 20 de noviembre de 1947. Para eso, abandonó sus títulos nobiliarios daneses y griegos. El rey le confirió los títulos de duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich. En ese momento, el monarca celebró la unión afirmando que su hija se casaba “con el hombre que ama”.
La futura familia real
El 14 de noviembre de 1948, nació Carlos, el primer hijo del matrimonio. Durante los años siguientes, llegaron tres más: Ana (1950), Andrés (1960) y Eduardo (1964). La discusión acerca del apellido de los niños generó ruido entre Felipe e Isabel. Un reporte de la época asegura que en una ocasión afirmó: “Soy el único hombre del país que no puede darle su nombre a sus hijos”. Finalmente, sus descendientes tomaron el apellido Mountbatten-Windsor.
Felipe de Edimburgo, príncipe consorte
En 1952 ascendió al trono Isabel II del Reino Unido, y Felipe se convirtió en príncipe consorte. La coronación fue en 1953, pero esto tuvo una consecuencia sumamente negativa en Felipe: su carrera profesional en la Marina Real quedó mermada. Años después, el príncipe consorte confesaría sentirse como “un esposo refugiado”.
Aniversarios de Isabel como reina y acompañamiento de Felipe
A lo largo del reinado de Isabel, se hicieron diferentes celebraciones por sus aniversarios, como el de plata de 1977 (25 años) y el de oro de 2002 (50 años). En su discurso dirigido al Parlamento del 20 de marzo de 2012, la reina dijo de Felipe: “ha sido mi fuerza y mi guía”.
En el aniversario número 50 de su casamiento, él tampoco ahorró elogios para ella. “Creo que la lección más importante que aprendimos es que la tolerancia es un ingrediente esencial de cualquier matrimonio feliz. Lo pueden ver en mi. La reina posee la cualidad de la tolerancia en abundancia”.