El gobierno de Joe Biden planea publicar el jueves un informe desclasificado de los servicios de inteligencia de Estados Unidos en el que se concluye que el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman aprobó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018, según dijeron este miércoles cuatro funcionarios familiarizados con el asunto a la agencia de noticias Reuters.
SurFlorida – Infobae
La publicación representaría el último movimiento del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para realinear los vínculos con Riad después de años en los que Washington dio en gran medida a su aliado árabe clave y principal productor de petróleo un pase libre en su historial de violaciones de derechos humanos, la intervención en la guerra civil de Yemen y otras cuestiones.
Se espera que la publicación del informe coincida con la primera conversación telefónica, posiblemente este miércoles, entre el mandatario estadounidense y el rey saudita Salman desde que Biden asumió la presidencia.
Biden está alejando la política de Estados Unidos de la acogedora relación que la Casa Blanca del ex presidente Donald Trump mantenía con el príncipe heredero. El presidente está trabajando para que los contactos con Riad vuelvan a ser los tradicionales después de cuatro años bajo el mandato de Trump.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo este miércoles a los periodistas que Biden sólo tendría comunicaciones con el rey saudita, de 85 años, y dijo que el informe desclasificado sobre Khashoggi se estaba preparando para su publicación y que saldría pronto.
Khashoggi, de 59 años, periodista saudita y columnista del Washington Post, fue atraído al consulado saudita en Estambul el 2 de octubre de 2018 y asesinado por un equipo de agentes vinculados al príncipe heredero, el gobernante de facto del reino. Luego desmembraron su cuerpo. Sus restos nunca han sido encontrados.
Riad acabó admitiendo que Khashoggi fue asesinado en una operación de extradición “deshonesta” que salió mal, pero negó cualquier implicación del príncipe heredero. A cinco hombres condenados a muerte por el asesinato se les conmutó la pena por 20 años de cárcel tras ser perdonados por la familia de Khashoggi.
Cuatro funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que el informe desclasificado de los servicios de inteligencia de Estados Unidos -en el que la CIA fue el principal contribuyente- evaluó que el príncipe heredero aprobó y probablemente ordenó el asesinato de Khashoggi, que había utilizado su columna del Washington Post para criticar las políticas del príncipe heredero.
Una versión clasificada del informe fue transmitida al Congreso de Estados Unidos a finales de 2018. Adicionalmente una investigación realizada por la ONU en 2019 concluyó que era “inconcebible” que el príncipe no estuviera al tanto del operativo.
Pero el gobierno de Trump rechazó las demandas de los legisladores y los grupos de derechos humanos para publicar una versión desclasificada, buscando preservar la cooperación en medio de las crecientes tensiones con el rival regional de Riad, Irán, y promover la venta de armas de Estados Unidos al reino.
Biden se comprometió durante la campaña presidencial de 2020 a reevaluar los lazos entre Estados Unidos y Arabia Saudita en parte por el asesinato de Khashoggi. Desde que asumió el cargo, ha puesto fin a las ventas de armas ofensivas que Riad podría utilizar en Yemen y ha nombrado a un enviado especial para impulsar los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la agotadora guerra civil de ese país.
Una empresa vinculada a la corona
Paralelamente al informe de inteligencia de Estados Unidos, este miércoles la cadena CNN reportó que los dos aviones utilizados por los agentes que asesinaron a Khashoggi para trasladarse desde Riad a Estambul pertenecían a una empresa que poco antes había sido incautada por la corona saudita, de acuerdo a documentos que forman parte de una demanda civil en la justicia canadiense.
La compañía Sky Prime Aviation fue incorporada al Fondo Público de Inversión, presidido por el príncipe heredero, en 2017 y un año después sus aviones se utilizaron para el asesinato de Khashoggi.
La información constituye una nueva vinculación entre Mohammed Bin Salman y la muerte de Khashoggi y forma parte de un juicio en Canadá iniciado por un grupo de empresas estatales del reino árabe contra el ex agente de inteligencia saudita Saad Aljabri, que se encuentra en ese país.