En un año de elecciones presidenciales que ha puesto de relieve las divisiones en Estados Unidos, los votantes pueden estar de acuerdo en que la desinformación sobre el gobierno y la política es un gran problema.
Sur Florida/Diario Las Américas
Según una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research y USAFacts, mientras los electores afirman que es bastante fácil encontrar información precisa sobre la votación, han tenido dificultades para saber si la información que están recibiendo de y sobre los candidatos es objetiva.
“La información falsa ha brotado hasta el punto de ser incontrolable”, dijo la enfermera Liana Price, de 34 años, de Tampa Bay, Florida, que apoya al demócrata Joe Biden en su contienda por la presidencia. Price está preocupada de que la desinformación sobre los comicios pueda influir en los electores. “Intentas explicar y proveer hechos e investigaciones reales, pero la gente no los cree”.
Entre los hallazgos de la encuesta: más de 8 de cada 10 consultados consideraron un “problema importante” la propalación de información equivocada sobre el Gobierno.
La cascada de desinformación política y teorías de la conspiración han avivado la desconfianza en las instituciones y amenazan con socavar la confianza en las elecciones, la democracia y la nación misma, según Cindy Otis, exagente de la CIA, escritora y experta en desinformación.
“Estamos viviendo hoy el periodo más grande de información falsa en la historia y nosotros los estadounidenses nos lo estamos causando a nosotros mismos”, opinó Otis la semana pasada durante una audiencia enfocada en la información carente de veracidad relacionada con las elecciones. “Los estadounidenses están perdiendo la confianza en lo que leen y ven en internet. Estamos desesperados por información, pero ciertos grupos sienten que no pueden confiar en las instituciones tradicionales en las que solían hacerlo”.
Según la encuesta, muchos estadounidenses no consideran creíbles a los candidatos y sus campañas, ya que menos de un tercio afirma que los mensajes de campaña de Biden o Trump a menudo no siempre se basan en hechos.
Aproximadamente la mitad de los consultados dijeron que los mensajes de ambas campañas, la de Trump y la de Biden, rara vez o nunca se basan en hechos.
No sorprende que demócratas y republicanos no estén de acuerdo en cuál candidato tiene el mayor problema con los hechos. Según el resultado del estudio, casi una cuarta parte de los republicanos afirma que sus mensajes de campaña rara vez o nunca están basados en los hechos. Una calificación similar recibe el candidato demócrata entre los de su partido.
Aunque los desacuerdos partidistas no son nuevos, los enfrentamientos solían ser más sobre políticas o ideas que en desavenencias sobre hechos fundamentales o si la otra parte está siquiera diciendo la verdad.
“He votado durante 40 años y nunca vi nada así”, dijo Kevin Wollersheim, de 60 años, de St. Paul, Minnesota, que apoya a Biden para presidente. “No existen hechos alternativos. Existe la verdad y la verdad es importante”.
Bonita Sergent, de 68 años, del sur de Ohio y simpatizante de Trump, coincidió en el mismo punto. “La gente no confía en lo que escucha como antes”, apuntó.
La encuesta AP-NORC/USAFacts entre 1.121 adultos se efectúo del 15 al 25 de septiembre utilizando una muestra obtenida del Panel AmeriSpeak, diseñada para que sea representativa de la población estadounidense. El margen del error de la muestra para todos los consultados fue de más/menos 4,1 puntos porcentuales.