Sur Florida / Nuevo Herald.
El cadáver de un asesino en serie que se comía a sus victimas que incinerado este jueves en Tailandia, después de estar 60 años en exhibición.
SiQuey Sae-Ungwas fue condenado en 1958 por matar a siete niños para después comerse sus órganos. Confesó solo uno de los crímenes.
Pero no confesó los demás y tampoco el canibalismo. Fue ejecutado por un escuadrón de fusilamiento en 1959, cuando tenía 32 años de edad.
El cadáver de SiQuey fue embalsamado y colocado en exposición, en el Hospital Siriraj de Bangkok en una urna de cristal con un letrero en el que podría leerse “caníbal”.
Aunque en el 2019, el letrero fue cambiado que decía “preso por corredor de la muerte”, mediante una petición hecha por internet.
La misma petición pedía un funeral para Siquey, algo se que hizo este jueves, “Estaría bien que aprendiéramos algunas lecciones de este llamamiento a favor de los Derechos Humanos”.
Manifestó el impulsor de este iniciativa, el activista Pharoah Jakrapattanont.