5 de noviembre de 2024 10:34 AM

Hospitales de Sao Paulo colapsan ante nueva ola de contagios por covid-19

Rodinei Silva acudió dos veces esta semana al hospital Santa Casa de Jaú en el interior del estado brasileño de Sao Paulo. Primero llevó a su esposa con síntomas de COVID-19, entre ellos dificultad para respirar. Ella dio positivo y la regresaron a su casa con medicamentos porque escaseaba el espacio.

surflorida/ENH

“No había camas el martes”, dijo Silva, de 65 años, y señaló que la salud de su esposa se está deteriorando en casa. Luego regresó al hospital el jueves porque ahora él presentaba síntomas.

Todos los días, varios pacientes como Silva acuden al hospital en el municipio de unos 152.000 habitantes en busca de tratamiento. Pero en sus instalaciones también atiende a pacientes con COVID-19 de 11 ciudades cercanas, y el 18 de enero ya estaba totalmente lleno.

Justo cuando Brasil ve un rayo de esperanza por el inicio de la vacunación enfrenta una vertiginosa segunda ola de COVID-19 que está a poniendo a prueba la capacidad de los hospitales para atender a los enfermos. Las unidades de cuidados intensivos en los hospitales públicos en diversos estados y municipios en todo el país están completamente ocupadas, incluidas dos capitales estatales en la remota región amazónica e incluso en algunas ciudades como Jaú, en Sao Paulo, el estado más rico de la nación.

“Este es quizá el momento más difícil de toda la pandemia”, dijo Leonardo de Avila Lins, que dirige la unidad de cuidados intensivos del hospital.

Todos los días, varios pacientes como Silva acuden al hospital en el municipio de unos 152.000 habitantes en busca de tratamiento. Pero en sus instalaciones también atiende a pacientes con COVID-19 de 11 ciudades cercanas, y el 18 de enero ya estaba totalmente lleno.

Justo cuando Brasil ve un rayo de esperanza por el inicio de la vacunación enfrenta una vertiginosa segunda ola de COVID-19 que está a poniendo a prueba la capacidad de los hospitales para atender a los enfermos. Las unidades de cuidados intensivos en los hospitales públicos en diversos estados y municipios en todo el país están completamente ocupadas, incluidas dos capitales estatales en la remota región amazónica e incluso en algunas ciudades como Jaú, en Sao Paulo, el estado más rico de la nación.

“Este es quizá el momento más difícil de toda la pandemia”, dijo Leonardo de Avila Lins, que dirige la unidad de cuidados intensivos del hospital.

Sao Paulo ha registrado un promedio diario de unos 11.000 casos en las últimas dos semanas, que rebasan el nivel máximo de infecciones confirmadas alcanzado en el estado en 2020, según cifras oficiales. El promedio catorcenal de unas 230 muertes diarias está a unas docenas de alcanzar su cifra más alta del año pasado.

En el Santa Casa de Jaú, los pacientes que llegan son puestos en una unidad temporal, creada a mediados de enero cuando se agotaron las unidades de cuidados intensivos, o se les envía a otras clínicas. La presión por la carga de enfermos aumenta día a día, dijo Scila Carretero, directora administrativa del hospital.

“Nuestra preocupación es que no podamos transferir a estos pacientes ni recibirlos en nuestra unidad de cuidados intensivos”, señaló Carretero, y añadió que las transferencias son complicadas y sólo han hecho dos desde el 18 de enero. Esto significa principalmente que sólo se aceptan nuevos pacientes cuando otros fallecen o salen del hospital.

Desde el jueves, 20 enfermos aguardaban en la unidad provisional de COVID-19 a que se desocupara una cama de cuidados intensivos. En menos de cuatro horas, periodistas de The Associated Press vieron llegar a cinco personas con síntomas del virus.

Los expertos están haciendo sonar la alarma, pues otros hospitales que atienden a pacientes con COVID-19 en Sao Paulo también se han quedado sin espacio.

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