El Departamento de Justicia y 11 estados están demandando a Google, acusándolo de violar las leyes antimonopolio y alegando abuso de su posición dominante entre los motores de búsquedas. Los estados son Arkansas, Florida, Georgia, Indiana, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Carolina del Sur y Texas.
Sur Florida / telemundo51
Google habría reprimido a la competencia y dañado a los consumidores según la demanda. El fiscal adjunto del Departamento de Justicia, Jeffrey A. Rosen, explicó en rueda de prensa telefónica que la demanda subraya que Google sustenta su papel de “principal guardián de acceso” a internet a través de “una red ilegal de acuerdos exclusivos que daña a los competidores”.
Entre ellos citó el pago de miles de millones de dólares a Apple para situar el motor de búsqueda de Google como el básico en sus teléfonos iPhones, y la prohibición de integrar motores de competidores mediante contratos especiales.
A través de estas prácticas, agregó Rosen, la compañía “ha ahogado la innovación y la creación de nuevos Google”. “Al igual que con sus históricas acciones antimonopolio contra AT&T en 1974 y Microsoft en 1998, el Departamento está aplicando nuevamente la Ley Sherman para restaurar el papel de la competencia y abrir la puerta a la próxima ola de innovación, esta vez en mercados digitales vitales”, dijo Rosen en un comunicado.
La demanda alega que las prácticas anticompetitivas de Google han tenido efectos perjudiciales sobre la competencia y los consumidores. Google ha impedido que cualquier competidor de búsqueda significativo obtenga una distribución y escala vitales, eliminando la competencia para la mayoría de las consultas de búsqueda en los Estados Unidos.
Al restringir la competencia en la búsqueda, la conducta de Google habría perjudicado a los consumidores al reducir la calidad de la búsqueda (incluso en dimensiones como la privacidad, la protección de datos y el uso de los datos del consumidor), disminuir las opciones en la búsqueda e impedir la innovación.
La demanda afirma que “al suprimir la competencia en la publicidad, Google tiene el poder de cobrar a los anunciantes más de lo que podría cobrar en un mercado competitivo y de reducir la calidad de los servicios que les brinda. Mediante la presentación de la demanda, el Departamento busca detener la conducta anticompetitiva de Google y restablecer la competencia para los consumidores estadounidenses, los anunciantes y todas las empresas que ahora dependen de la economía de Internet”.
El litigio marca el acto más importante del gobierno para proteger la competencia desde su legendario caso contra Microsoft hace más de 20 años. La demanda podría ser un importante antecedente ante otras importantes acciones antimonopolio del gobierno, dadas las investigaciones en curso de las principales empresas tecnológicas, incluidas Apple, Amazon y Facebook, tanto en el Departamento de Justicia como en la Comisión Federal de Comercio.
Los legisladores y defensores de los consumidores han acusado durante mucho tiempo a Google, cuya empresa matriz Alphabet Inc. tiene un valor de mercado de poco más de $1 billón, de abusar de su dominio en la búsqueda y la publicidad en línea para sofocar la competencia y aumentar sus ganancias.
Los críticos sostienen que las multas multimillonarias y los cambios obligatorios en las prácticas de Google impuestos por los reguladores europeos en los últimos años no fueron suficientemente severos y que se necesitan cambios estructurales para que Google cambie su conducta.
También la demanda alega que Google utiliza miles de millones recaudados de los anunciantes para pagar a los fabricantes de teléfonos para garantizar que Google sea el motor de búsqueda predeterminado en los navegadores.