12 de mayo de 2024 6:43 AM

Hialeah está dentro de las ciudades más pobres del sur de Florida

 Hacer el resumen de un año siempre es complicado. Pero mirar por el retrovisor en el año de la pandemia de Covid-19 para retratar el período que viajábamos a ciegas, que nuestras casas se convirtieron en el único refugio y todo lo que quedó fuera de ellas, negocios o personas, iban cayendo ya sea enfermos, ya sea en quiebra, es tarea imposible.

Sur Florida/Diario Las Américas

No fue fácil resumir el año en que los trabajadores de la salud fueron vistos como dioses, los estudiantes se convirtieron en silenciosas criaturas frente al cristal de una computadora y los buenos políticos se pusieron al servicio de sus comunidades, con pocos recursos y mucho optimismo. Menos aún si esa lupa retrospectiva se pone sobre Hialeah, una de las ciudades más pobres y de mayor población del sur de Florida, cuya renta per cápita, de sus 233.000 habitantes, no supera los 30.000 dólares.

Incluso en un año tan difícil como ha sido el 2020, en Hialeah comenzó con un volumen informativo más bien bajo. Las noticias cotidianas, durante el primer mes, trataban sobre pequeños robos, asaltos y accidentes de tráfico. Pero hubo un suceso violento que fue trending topic en las redes. Se trató de la paliza que le propinaron dos trans a un macho latino que intentó ridiculizarles cuando ellas tranquilamente compartían en una pizzería de la municipalidad.

Febrero

Cuando comenzó el mes de febrero, la pandemia todavía nos parecía algo de otro planeta. El epicentro era Wuhan, la ciudad China donde se abrió la Caja de Pandora.

En aquellos tiempos de normalidad, el Concejo de Hialeah declaraba al 11 de febrero como el día Armando Sosa Fortuny en homenaje al preso político más antiguo del régimen de Cuba.

Uno de los mayores sinsabores de principio de año para la comunidad fue el fallecimiento, el día 22 de febrero, de la exconcejala de la ciudad Lourdes Lozano. Tenía 77 años y dedicó los últimos ocho, al servicio público.

En febrero, el escándalo de las licencias temporales a los negocios, que DERM calificó de ilegales, se cerró con la devolución de todo el dinero. Mientras esto pasaba, los primeros casos de COVID aparecían en Nueva York y otras ciudades de EEUU.

Otro tema que estuvo presente en la parrilla informativa fue controversia entre Hialeah y Miami Lakes por el puente de la Calle 170, que une a las dos ciudades al pasar sobre la Interestatal I-75.

Aquella discordia, que ahora nos parece de otro siglo, se originó porque Miami Lakes se opuso a que esa estructura, construida en la última década del siglo pasado, finalmente, se abriera al paso vehicular. Con tal prohibición, el alcalde Manny Cyd pretendía evitar que se incrementara el tráfico por dentro de su municipio. En contraposición, Hernández estaba desesperado por darle una opción más de movilidad a quienes viven al oeste de la I-75.

Marzo

Que la pandemia llegara a Florida era cuestión de tiempo. El 16 de marzo, el alcalde Hernández declaró el estado de emergencia en la Ciudad “con el objetivo de acceder a los recursos necesarios para enfrentar el coronavirus”, sostuvo entonces. Una medida obliga al cierre de todos los negocios que no fueran esenciales. Así comenzaron a caer en cascadas las siguientes restricciones extraordinarias. El 30 de marzo, el gobierno municipal impuso un toque de queda preventivo entre las 11.00 pm y las 5 am. A esas horas solo podrían salir a la calle trabajadores esenciales, emergencias médicas, paseos de perros, servicios de entrega de alimentos y servicios de reparaciones de emergencia. En Florida ya habían fallecido 71 personas y más de 5.000 habían contraído la enfermedad.

Las calles de la ciudad se vaciaron. Por primera vez en muchos años, circular no era un problema. Los negocios, el bullicio y el ajetreo cotidiano parecía cosa del pasado.

Abril

El 9 de abril cubrimos otra triste noticia, la muerte por COVID de la enfermera Danielle DiCenso, quien trabajaba en la UCI del hospital General Palmetto en Hialeah. DiCenso fue una de las primeras heroínas que perdió su vida, cuando comenzaba a golpearnos la enfermedad. Estuvimos en el Hospital y reflejamos cómo trabajaba el personal de salud. Fuimos testigos de las muestras de cariño y solidaridad que recibían los sanitarios. En otros países se salía a los balcones a aplaudir. En Hialeah, día tras día, se iba a las puertas de los hospitales a llevarles comida y darles apoyo emocional.

Un fallo informático del sistema del Estado creado para otorgar los beneficios por desempleo nos dio la oportunidad de ponerle rostro y voz a esas cifras que, de otra manera, hubieran pasado de puntillas y silenciosas. Así contamos cómo Hialeah repartía 20.000 planillas para cobrar los beneficios por desempleo.

DIARIO LAS AMERICAS estuvo en esas interminables colas y conversó con conductores de Uber, mecánicos de aviación, choferes de montacargas, operarios de la fábrica de asbestos, peluqueras, camareras, laboratoristas, y todos se mostraron en distinto grado enfadados, perjudicados, atrapados y paralizados por una situación que no podían controlar.

“Muchas personas de la comunidad no han podido acceder a las páginas web del estado y queremos ayudarles. Sabemos que necesitan cobrar su cheque lo antes posible”, dijo un alcalde empático, a quien vimos a lo largo del mes distribuyendo mascarillas a residentes de la tercera edad, en las interminables filas de alimentos en el parque Goodlet, lugar que se convirtió en una peregrinación obligatoria para muchas personas del municipio.

El 27 de abril, Hialeah anunció el segundo programa de ayuda a propietarios e inquilinos. Estaba dotado de un millón de dólares de dinero federal. Los negocios beneficiados recibirían hasta un máximo de 5.000 dólares y 3.000 dólares los inquilinos.

Mayo

Ya en mayo, el desempleo en Florida estaba por encima del 15%. La pandemia no solo ha arrastrado hacia la quiebra a pequeños y medianos negocios en Florida, sino a grandes empresas vinculadas al turismo, la producción y al sector de bienes raíces.

Pero la vida continuaba y las graduaciones virtuales en tiempo de pandemia también tuvieron cabida en nuestras páginas. Estuvimos con Daniela Hernández, una alumna de Hialeah que por mérito propio se ganó una beca para estudiar en Carnegie Mellon, una de las universidades más prestigiosas del mundo. Conversar con ella nos ayudó a entender qué sucede en las mentes de muchos jóvenes a quienes les tocó estudiar en condiciones muy diferentes a las que nunca imaginaron.

El día 20 de mayo apareció un pequeño rayito de luz en el horizonte, la ciudad inició la Fase 1 de la reapertura económica. Cientos de negocios abrieron sus puertas después de estar dos meses cerrados. Los restaurantes fueron autorizados una semana después.

A pesar de la euforia que producía la apertura, Hialeah se mostró cautelosa. Fue una de las cuatro ciudades que retrasó su entrada en la Fase 1 “para darle tiempo a los negociantes a prepararse”. DIARIO LAS AMERICAS visitó el restaurante Alvamar, las barberías, Yuri Barber Shop y Val Cuts, el centro de belleza Finally Gail Spa, la agencia de viajes Cubamerica Immigration Services y el restaurante la Gata Tuerta, para llevar a nuestros lectores el sentir de los empresarios tras 60 largos días de confinamiento.

Hubo apertura con estrictas medidas sanitarias. En esa etapa se limitaba la capacidad en los negocios al 50%, para respetar el distanciamiento social, y el uso de mascarillas continuó siendo obligatorio. Se crearon las condiciones para que los restaurantes atendieran a sus clientes principalmente en las terrazas, tenían que usar cartas desechables e instalar estaciones de lavamanos para empleados, y todo el mundo tenía que llevar la máscara.

Junio

A partir del 22 de junio, en el marco de la Fase 2, la Ciudad de Hialeah reabrió sus parques y “ya podrían realizar actividades pasivas e individuales, siempre que se cumplieran las medidas sanitarias dictadas por el Gobierno condal de Miami-Dade y la municipalidad”.

Julio

Una de las lecciones de este virus es que mostró la falta de colaboración entre los diferentes niveles políticos. Este descontrol se puso de manifiesto cuando se le negó la entrada al alcalde de Hialeah a la reunión de ciudades convocada por el gobernador Ron DeSantis. El alcalde de la segunda ciudad más poblada de Miami-Dade consideró que “no había justificación para que esto ocurriera y menos que el [entonces] alcalde Carlos Giménez lo permitiera”.

Hialeah creó una fuerza de tarea para detectar las necesidades de los centros de atención de la tercera edad. En reunión del Concejo, el concejal Tundidor propuso se creara una Junta Supervisora que permitiera conocer la situación y necesidades de los tres nursing homes y 91 asilos de ancianos (ALF), de la ciudad que tiene la concentración más alta de este tipo de instalaciones en el estado.

A pesar de la reapertura, la muerte seguía entre nosotros. El 27 de julio, vecinos del condominio El Portal, colindante con la funeraria Memorial Plan San José, realizaron una protesta inusual. Se manifestaron contra la presencia de contenedores “llenos de cadáveres”, colocados muy próximos a sus viviendas. En esos instantes, se registraba un gran rebrote del virus en el Estado del Sol y el sur de Florida se convertía en el epicentro de la pandemia. Aquel Wuhan lejano éramos nosotros.

Solo en ese mes, se registraron 70.000 nuevos casos en Miami-Dade y los hospitales se abarrotaron de enfermos. “Ese fue el momento más crítico del año”, reconoció Hernández, entrevistado a raíz de este resumen.

Agosto

En agosto, cuando se reportaban 4.000 casos diarios de coronavirus en Miami-Dade, los trabajadores de la Ciudad pusieron en marcha la iniciativa “Héroes Salvando Vidas”, patrocinada por la concejala Mónica Pérez. Tenía el objetivo de donar sangre para los enfermos de COVID-19.

El 25 de agosto, el alcalde presionó para que se permitiera a los restaurantes atender a sus clientes dentro en los salones, siempre que se cumpliera con el distanciamiento social. Y advirtió que no iba a multar más a los negocios que tuvieran clientes en su interior.

“No puedo tener las manos sucias, no puedo seguir apoyando una medida en la cual no creo. Sobre todo, viendo las consecuencias negativas que está teniendo en la vida de los negocios”, explicaba el edil.

“El condado de Broward no cerró los restaurantes y los casos de COVID han tenido el mismo comportamiento que en Miami-Dade”, argumentó.

Septiembre

En septiembre, el gobernador Ron DeSantis declaró la Fase 3. Pero Hialeah aclaró que el uso de la mascarilla seguía siendo obligatorio. “La forma de abrir es paso a paso, con los datos científicos en la mano”, sostuvo Hernández y añadió que sería muy cauteloso porque “Hialeah ha sido una de las ciudades más afectadas de Florida”.

El 11 de septiembre cubrimos la ceremonia virtual en tributo a las víctimas del derribo de las Torres Gemelas. La ciudad de Hialeah lanzó otro programa de ayuda de vivienda, esta vez para discapacitados, con el objetivo de beneficiar a 126 familias.

Octubre

Aunque la ciudad cada vez entraba más en la Nueva Normalidad, seguían teniendo lugar las distribuciones de alimentos para necesitados. El 20 de octubre el Ayuntamiento anunciaba que no multaría a los locales que incumplieran el toque de queda “al considerar que los negocios necesitaban tiempo para hacer caja”. Otra vez se ponía de manifiesto cómo la Ciudad y el Condado tenían posiciones encontradas a la hora de abordar medidas para enfrentar la pandemia y sus consecuencias. De telón de fondo estaban las campañas para las elecciones generales, en la que se iba a elegir, entre muchos cargos, al nuevo alcalde del condado.

Noviembre

Dos días enteros lloviendo, falta de luz, inundaciones de canales y calles de la ciudad, es el panorama que dejó a su paso la tormenta ETA. Las lluvias mostraron que las estaciones de agua no estaban funcionado de forma óptima. Mientras, el alcalde recorría la ciudad y pedía paciencia a los residentes.

El concejal Jesús Tundidor fue elegido como presidente del Concejo de la ciudad el 10 de noviembre. “Tal vez es el reconocimiento de nuestros los colegas al papel activo que hemos tenido Mónica Pérez y yo a lo largo de estos doce meses. Hemos desarrollado múltiples eventos e iniciativas en un período bastante crítico para la economía de la ciudad, en el que muchos de nuestros vecinos han sido contagiados por el virus o han perdido el trabajo. Nosotros hemos estado allí para asegurar que esas personas tengan máscaras, hand sanitizer y comida. Pienso que el pueblo y el Concejo han querido reconocer nuestra labor”, así Tundidor explicaba su elección.

Llegó el Día de Acción de Gracias y Hialeah, junto a Sedano´s Supermarket, repartió 1.500 pavos y pies de fruta en un condominio habitado por personas de la tercera edad.

“Para proteger a nuestros mayores, los hemos tenido aislados en sus casas, sin prácticamente vida social. Es por ello que hemos realizado este esfuerzo, para venir a agradecerles”.

El 20 de noviembre, la ciudad lanzó dos nuevos programas de alivio, dotados con dos millones de dólares cada uno. Estaban destinados a residentes y propietarios para ayudarles a pagar el alquiler. Además, se anunció un fondo de un millón de dólares de ayuda a la propietarios con hipotecas.

Pero el dinero no llegaba a todos. DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con los propietarios de uno de esos negocios que no ha recibido ni un céntimo de dichas ayudas y después de 32 años pagando impuestos, tuvieron que despedir a todos sus trabajadores y vender sus joyas, para salvar el negocio. Esa es la situación que encontramos en Olad´Sign GRAPH & LED SIGNS, un panorama amargamente descrito por sus dueños Sergio y Marcela Ulloa, quienes pidieron ser tenidos en cuenta.

Diciembre

Cubrimos el día de reyes virtual y la entrega de juguetes para los más pequeños de la comunidad. Estuvimos ahí cuando el alcalde de la Ciudad urgió a los residentes a solicitar las ayudas. El día 15 se creó el nuevo programa para repartir 5.000 tarjetas regalo para que el dinero del CARE Act no tuviera que ser devuelto.

A principios de año, en una conversación con el alcalde sobre la pandemia, preguntamos sobre cuáles eran los pasos siguientes. En aquel entonces respondió: “Estamos escribiendo las páginas de un libro que está totalmente en blanco. Nadie en el mundo ha pasado por esta experiencia”. Ya en diciembre, cuando nos proponíamos hacer este resumen, volvimos sobre la misma pregunta: cómo iba ese libro. A lo que contestó:

“Mucho hemos escrito, pero hemos aprendido poco. Si miras a los números, no hemos aprendido mucho. Si miras a los fondos que acaban de llegar del Condado, no hemos aprendido mucho. Hoy estamos en el medio de diciembre y los números son más altos que nunca. Estamos en el tope del coronavirus. Menos mal que las vacunas empezaron a llegar. Creo que es lo que nos va a salvar”.

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