23 de diciembre de 2024 9:45 AM

Guerrilla urbana en Nápoles en protesta por el toque de queda

La rabia en Nápoles por el toque de queda se convirtió anoche en guerrilla urbana. Hubo incluso una agresión organizada militarmente, con una especie de «dirección» oculta que llevó a los distintos grupos a atacar a los policías y carabineros que intentaban desesperadamente defender el perímetro del Palazzo Santa Lucia, la sede central del gobierno de la región de Campania, según el diario local «Il Mattino». Los manifestantes arrancaron en las calles «sampietrini» para arrojarlos contra la policía, incendiaron papeleras, lanzaron cartas bomba y atacaron a periodistas.

Sur Florida/ABC

La policía respondió con gases lacrimógenos. Fueron arrestadas dos personas, con antecedentes por tráfico de drogas. En principio, se trataba de una manifestación de protesta pacífica organizada por comerciantes y ciudadanos contra el toque de queda impuesto por el gobernador de Campania, Vincenzo De Luca. En total, unas 3.000 personas se echaron a las calle, convocadas en las redes sociales, pero en las acciones violentas participaron fundamentalmente unos cientos de jóvenes. Detrás de la guerrilla estaban clanes de la camorra, la mafia napolitana, según la Comisión parlamentaria antimafia: «Anoche en Nápoles, en la irracionalidad de tanta gente, evidentemente inconsciente de lo que estaba haciendo, también hubo una dirección que sí sabía lo que hacía. Se ha comprobado la presencia real de hombres de los clanes de Pignasecca, Pallonetto y de los Quartieri Spagnoli (los barrios españoles)», afirma en una nota el senador del Movimiento 5 Estrellas, Nicola Morra, presidente de la comisión Antimafia.

Temor a disturbios

El temor a disturbios armados si se produce un confinamiento general del país había sido expresado por el profesor Ranieri Guerra, representante de la Organización Mundial de la Salud en el comité científico que asesora al gobierno italiano: «Debemos evitar el confinamiento porque provocaría disturbios armados. La gente está exhausta por el encierro de tres meses. Desgraciadamente, en el verano bajaron demasiado la guardia, alentados también por colegas que no entienden muy bien qué trabajo hacen». En unas declaraciones al diario «Il Fatto», Ranieri Guerra, dio igualmente su opinión sobre los toques de queda que están imponiendo diversas regiones: «Es un paliativo para no cerrar todo. También sirven para limitar el consumo de alcohol y otras sustancias que relajan los frenos inhibitorios, exponiendo a los jóvenes a riesgos».

Difusión exponencial

La situación se hace cada vez más dramática, por la difusión del virus es exponencial. El viernes hubo 19.143 nuevos contagiados (16.078, el jueves), lo que constituye un récord en un solo día. Desde el pasado lunes hasta ayer hubo 70.633 nuevos infectados, frente a los 36.666 de los cinco primeros días de la semana pasada y los 18.442 de la precedente. La voz de alarma la dieron ayer el ministerio de Sanidad y el prestigioso Instituto Superior de Sanidad (ISS): «La situación es muy grave: se deben tomar medidas de inmediato que favorezcan una reducción drástica de las interacciones físicas entre las personas y que puedan aliviar la presión sobre los servicios de salud, incluyendo restricciones a actividades no esenciales y restricciones a la movilidad», subrayó el ministerio de Sanidad y el ISS, destacando que el índice de transmisión de la infección (Rt) ha subido, en promedio, a 1,5. Esto significa que dos infectados contagian, en promedio, a otras tres personas. Pero, en Milán y en otros territorios, ese índice ya es mucho más alto, por lo que el llamamiento del ISS y del ministerio de Sanidad es «permanecer en casa cuando sea posible, porque la situación es muy grave». Especialmente grave se considera la situación en ocho regiones italianas.

Cambio de estrategia

El primer ministro, Giuseppe Conte, se muestra muy preocupado por el rápido aumento de casos positivos. Considera que la «situación es grave», pero asegura que «se debe evitar el confinamiento general». Lo que parece evidente, como hoy destacan todos los medios italianos, es que Conte tendrá que cambiar de estrategia: Era partidario de una línea moderada en las restricciones, pero las medidas aprobadas el domingo pasado han sido ya muy superadas por la gravedad de la difusión del virus. Nuevas medidas más restrictivas serán aprobadas por el gobierno. Podría imponerse toque de queda a las 21.00 (bares y restaurantes han planteado batalla) y limitar los movimientos, salvo por motivos de trabajo, urgencias sanitarias y la escuela. En principio, la intención del gobierno es parar las actividades consideradas no esenciales, desde conferencias y convenios hasta deportes no profesionales, imponiendo límite de asientos en autobuses.

Conte y el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, han prometido nuevas ayudas a los sectores más golpeados por la crisis. El nuevo decreto del gobierno llegará muy pronto, según los medios italianos. Podría ser mañana mismo. Mientras, Conte ha manifestado este mediodía a la Asamblea nacional de artesanos y pequeñas empresas que «si no protegemos la salud, no podemos proteger la economía. Las próximas semanas serán muy complejas». Por su parte, el presidente de la República, Sergio Mattarella, ha advertido: «Se debe evitar que la pandemia aumente las desigualdades».

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