El gobernador Ron DeSantis pidió el viernes al gobierno federal que ponga fin a un “bloqueo nacional”
Sur Florida / Sun Sentinel
Que ha impedido que las líneas de cruceros de la Florida naveguen, criticando a la administración del presidente Joe Biden por no moverse más rápidamente.
DeSantis instó al gobierno federal a proporcionar un camino hacia adelante que permita a las líneas de cruceros reanudar las operaciones en junio.
“Quiero ver estos barcos navegando”, dijo DeSantis durante una reunión en Puerto Cañaveral.
“Sería un gran regreso para mucha gente que trabaja en esta industria”.
DeSantis escuchó el testimonio de los líderes de la industria que dicen que la inacción del gobierno federal mantiene a miles de trabajadores desempleados y hace mella en la economía de Florida.
Biden
También utilizó el evento como una oportunidad para disparar a la administración de Biden.
Llamándola una burocracia que “no puede conseguir sus patos en una fila y simplemente no le importa que la gente está sufriendo o que la gente no es capaz de trabajar.”
“Es realmente un ejemplo de mal liderazgo y mal gobierno”, dijo DeSantis.
“Para empezar, no deberían tener la autoridad para cerrar esto, seamos sinceros.
¿Pero no tener ninguna consideración o sentido de urgencia después de un año?”
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades levantaron la orden de “no navegar” en octubre.
Pero las líneas de cruceros siguen esperando la orientación técnica bajo una orden condicional que les permitiría iniciar los viajes de prueba necesarios para reanudar las operaciones.
Mientras tanto, las líneas de cruceros están reanudando los cruceros en Europa, Israel y Singapur.
Casa Blanca
Un portavoz de la Casa Blanca y el CDC no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios del viernes.
La fiscal general de Florida, Ashley Moody, sugirió que se podrían emprender acciones legales si el gobierno federal no se moviliza para permitir que las líneas de cruceros reanuden sus operaciones.
“No se puede permitir que una agencia cierre toda una industria basándose en decisiones obsoletas, arbitrarias y caprichosas”, dijo. “Tomaremos todas las acciones legales que sean necesarias”.
Ejecutivos de Carnival, Norwegian, Royal Caribbean, MSC Cruises y Disney Cruise Line se unieron a DeSantis en el evento.
Expresaron su frustración por el hecho de que los aviones vuelan y los hoteles aceptan visitantes, pero sus empresas siguen cerradas un año después de la pandemia.
El presidente y director general de Royal Caribbean Cruises, Michael Bayley, dijo que los líderes del sector han desarrollado medidas de seguridad para proteger a los pasajeros, pero las compañías de cruceros no han recibido ninguna indicación de cuándo podrán volver a navegar.
“No podemos obtener ninguna información fiable de la entidad que nos ha cerrado”, dijo. “Está en revisión por parte de la agencia intergubernamental – mes tras mes tras mes. Es devastador”.
En todo el país, la industria mantenía casi 450.000 puestos de trabajo en Estados Unidos y generaba más de 55.500 millones de dólares en actividad económica antes de la pandemia, según la Cruise Lines International Association. Más de 300.000 puestos de trabajo se han perdido debido al cierre, dijo la asociación, citando las estadísticas de un estudio de mercado suscrito por la industria.
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Los cruceros fueron la zona cero de los brotes mortales de COVID-19. Uno de los peores brotes en el Diamond Princess provocó 14 muertes y más de 700 infecciones.
Florida está planeando asignar 260 millones de dólares en dinero de socorro para ayudar a los puertos marítimos que han sufrido pérdidas durante la pandemia, pero eso no será suficiente si los barcos no pueden navegar, dijo DeSantis.
Port Everglades está operando con un 54% de pérdidas, lo que obligó a la pérdida temporal o permanente de 14.000 puestos de trabajo, según las estadísticas del puerto del condado de Broward.
“Somos los más perjudicados por lo que están haciendo con este cierre nacional de cruceros”, dijo DeSantis. “Si nos liberamos de eso, vas a poder ver tal vez decenas de miles – tal vez incluso 100.000 personas más – terminan volviendo a trabajar”.
