Funcionarios de inmigración en EEUU propagan coronavirus con traslados de detenidos. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ha continuado con la práctica, argumentando que está tomando todas las precauciones necesarias.
Sur Florida / Reuters
Según una revisión de Reuters de los registros judiciales y los datos de ICE, los especialistas en salud tenían razón.
El análisis de los datos del sistema de la corte de inmigración identificó 268 transferencias de detenidos entre centros de detención en abril, mayo y junio, después de que cientos bajo custodia del ICE ya habían dado positivo por COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
La mitad de las transferencias que Reuters identificó involucraron a detenidos que fueron trasladados de centros con casos de COVID-19 a centros sin casos conocidos, o de centros sin casos a aquellos donde el virus se había propagado.
El recuento de Reuters probablemente sea solo una pequeña fracción de todos los traslados, dijeron exfuncionarios de ICE. El ICE no divulga datos sobre los movimientos de los detenidos, y los registros judiciales capturan sólo algunos de ellos.
Al menos un traslado resultó en un contagio muy virulento, de acuerdo con correos electrónicos de ICE y funcionarios en un centro de detención en Farmville, Virginia, documentos judiciales y entrevistas con más de una docena de detenidos en las instalaciones.
Hasta esa transferencia, solo dos detenidos habían dado positivo en el centro de Farmville; ambos inmigrantes que habían sido transferidos allí a fines de abril. Fueron aislados y monitoreados de inmediato y los únicos casos conocidos en la instalación durante más de un mes, según los registros judiciales.
El 2 de junio, ICE reubicó a 74 detenidos de Florida y Arizona, más de la mitad de los cuales luego dieron positivo por COVID-19. Para el 16 de julio, Farmville era el centro de detención más afectado por el virus con 315 casos en total, según datos de ICE.
La muerte andando
Serafín Saragoza, un detenido mexicano en Farmville, dijo que él y otro detenido, quienes confirmaron el relato de Saragoza a Reuters, tuvieron contacto con los transferidos cuando llegaron por primera vez. Su trabajo consistía en distribuir zapatos y ropa a los recién llegados.
El nuevo grupo se mantuvo en un dormitorio separado, pero aproximadamente dos semanas después de su llegada, decenas de otros detenidos comenzaron a enfermarse, dijeron 15 detenidos en entrevistas. Los Centros para el Control de Enfermedades dicen que los síntomas de COVID pueden aparecer de 2 a 14 días después de la exposición al virus.
“Hay gente con mucha calentura, dos muchachos han caído así, desmayados al suelo. Hay un muchacho que está conmigo que tiene fiebre, es como la muerte andando”.
Enfrentados con un brote, Farmville examinó a todos los detenidos en los primeros días de julio. De los 359 detenidos examinados, 268 fueron positivos, según un comunicado de ICE en respuesta a preguntas de Reuters. Si bien la mayoría son asintomáticos, dijo, tres están hospitalizados.
En una declaración del ICE dijo que la agencia estaba comprometida con el bienestar de todos los detenidos y que continuó con algunas transferencias para reducir el hacinamiento. El ICE no respondió a una solicitud de comentarios sobre el análisis de Reuters.
Exfuncionarios del ICE y abogados de inmigración dicen que la agencia transfiere regularmente a las personas bajo custodia por innumerables razones, que incluyen: espacio de camas, preparación de los migrantes para la deportación y razones de seguridad. Con la pandemia todavía golpeando en Estados Unidos, los legisladores han pedido al ICE que detenga la práctica.
Carlos Franco-Paredes, un médico especialista en enfermedades infecciosas que estudia los brotes de COVID-19 en entornos correccionales, dijo que no es posible transferir a los detenidos de manera segura en el entorno actual.
“Si estás trasladando personas, particularmente desde un área donde hay un brote, a pesar de que los aísle durante aproximadamente dos semanas, hay contacto con otros”, dijo Franco-Paredes.
“Básicamente estás extendiendo los problemas”.
En un esfuerzo por limitar la propagación de COVID-19, el ICE detuvo las visitas al centro de detención a mediados de marzo y ha retrasado los arrestos. Los cruces en la frontera de Estados Unidos y México también han caído, lo que ha llevado a una disminución en la cantidad de detenidos en general.
Casos en aumento
Las cárceles y los centros de detención se han visto desproporcionadamente afectados por brotes de coronavirus. Un gran número de personas confinadas en espacios cerrados con acceso insuficiente a atención médica, poca ventilación y saneamiento crean un caldo de cultivo para las infecciones virales, dicen los médicos de enfermedades infecciosas.
Hasta el 16 de julio, ICE había reportado 3.567 casos confirmados de COVID-19 en sus centros de detención y tres detenidos han fallecido. El número real de detenidos infectados es casi seguro mayor, dijo Franco-Paredes, ya que no todos los centros están haciendo pruebas generalizadas.
Alrededor de 22.000 detenidos están bajo custodia del ICE ahora, frente a los más de 35.600 que estaban detenidos a fines de marzo cuando se detectó el primer caso COVID-19 entre los detenidos. Desde entonces, se han realizado alrededor de 13.500 pruebas, pero eso incluye a algunos inmigrantes que han sido liberados.
Sin duda, los traslados de detenidos no son el único medio de introducir el virus en un centro de detención. Los empleados con la enfermedad son otra fuente principal de transmisión, dijeron especialistas en salud pública. Cerca de 1.000 empleados del centro de detención han dado positivo por el virus.
Antes de transferir a los detenidos, la política de ICE es examinarlos para detectar fiebre y otros síntomas, pero no para confirmar la enfermedad. Las personas con casos positivos o sospechosos de COVID-19 están aisladas de otros detenidos, dice el ICE.
Traslados en masa
Pero el caso de Farmville muestra que los esfuerzos por mantener separados a los detenidos enfermos y sanos no siempre evitan la propagación.
Una semana después de que los transferidos fuera del estado llegaran al centro de Farmville, tres de ellos dieron positivo por el virus mientras aún estaban en cuarentena de la población general. En respuesta, los funcionarios del centro decidieron evaluar a todo el grupo de recién llegados, según un correo electrónico del subdirector de la oficina de campo del ICE, Matthew Munroe, a los abogados de inmigración.
Cincuenta y uno dieron positivo.
Los datos de ICE muestran que el día antes de los traslados, dos de los tres centros de donde provenían los detenidos habían denunciado casos positivos. El Centro de Procesamiento de Servicios Krome North de ICE en Florida tenía 15 casos confirmados de COVID, y el Centro de Detención de Eloy en Eloy, Arizona, tenía uno.
La revisión de Reuters de los registros de la corte de inmigración identificó 195 traslados hacia o desde centros de detención donde el ICE había informado casos confirmados. Éstos incluyen:
– Un traslado del 6 de mayo desde el Centro de Procesamiento del Condado de Otero de Nuevo México, que en ese momento tenía 10 casos confirmados, al Centro de Detención del Noroeste en Tacoma, Washington, que no tenía casos conocidos hasta dos semanas después, el 19 de mayo.
– Una transferencia el 7 de mayo desde el Centro de Detención Bluebonnet en Anson, Texas, que en ese momento tenía 41 casos confirmados, a la cárcel del Condado de Johnson en Dallas, que no tenía casos conocidos hasta el 19 de mayo.
– Cuatro transferencias a fines de mayo desde un centro de detención en el condado de Glades, Florida, que en ese momento no tenía casos conocidos, hasta el Centro de transición de Broward en Pompano Beach, Florida, que en ese momento tenía 19 casos conocidos.
Los datos del tribunal de inmigración señalan cuando el gobierno notifica a la corte que ha trasladado a un detenido bajo su custodia a otro lugar.
Reuters solo contó los traslados en los datos que mostraban que un detenido tenía una audiencia en un nuevo centro de detención, prisión o cárcel conocido. La agencia de noticias luego comparó esos registros con los recuentos de infecciones del ICE en los centros de detención.
Saragoza, el detenido mexicano en Farmville, vivió en Estados Unidos durante 21 años antes de su arresto. Tiene diabetes y presión arterial alta, dos condiciones que según los CDC ponen a los pacientes con coronavirus en mayor riesgo de enfermarse gravemente. Dijo que comenzó a sentirse enfermo a fines de junio, pero que no estaba tan enfermo como otros en su dormitorio.
El 9 de julio, recibió malas noticias. Él y casi todos los hombres en su dormitorio habían dado positivo por coronavirus.