Coincidiendo con el día de Navidad Portugal inició el período de contencióndestinado a frenar la expansión de la variante ómicron, ya predominante en el país.
Sur Florida / Expreso
Las medidas se han adelantado, ya que estaba previsto que se implementaran entre el 2 y el 9 de enero de 2022.
Las nuevas restricciones implican medidas como un obligatorio teletrabajo o el cierre absoluto del ocio nocturno.
Pero lo más reseñable es, sin duda, la presentación, obligatoria, de los resultados de un test negativo para acceder a hoteles, a bodas, a bautizos o comuniones, a los espectáculos culturales y a los recintos deportivos, sin consideración de aforos.
Pero hay que destacar que el citado test resulta obligatorio para las personas vacunadas, ya que tan solo están exentas de su presentación las personas con un certificado digital de recuperación del virus en los últimos 6 meses.
En locales de restauración, de cara a los días 30 y 31 de diciembre y 1 enero, resulta obligatoria la presentación de ese test negativo para poder acceder a restaurantes, aunque no lo será para las plazas en terrazas.
Por ello, las restricciones llevaron a las familias portuguesas a cancelar sus planes de comer fuera y por ello hay restaurantes que decidieron ni siquiera abrir en estos días de fiestas.
A este respecto, fuentes de la Asociación Nacional de Restaurantes han subrayado que, alrededor de la mitad de los negocios de restauración no abrirá esos días festivos con la intención de ahorrar en costes.
Ugualmente, desde el ejecutivo luso se ha optado por aplazar las rebajas de invierno, que en Portugal se inician el 26 de diciembre, para después del 9 de enero de 2022, con el objetivo de evitar las aglomeraciones en comercios.
