Las autoridades sanitarias de la Florida dicen que pidieron con anticipación aproximadamente 90,000 dosis de tamaño infantil de la vacuna Pfizer. Eso es suficiente para vacunar completamente al 3% de los aproximadamente 1.7 millones de niños de entre 5 y 11 años en la Florida. Texas, otro estado liderado por los republicanos, encargó por adelantado un millón de dosis, suficientes para vacunar completamente a más de 17% de los niños del estado en el mismo grupo de edad. California encargó por adelantado 860,000 dosis, suficientes para vacunar a 13% de los niños de ese estado. El gobierno federal no revela la cantidad de vacunas que los estados piden a través de su centro de distribución. El Tampa Bay Times comparó el pedido previo de la Florida con lo que otros ocho estados habrían pedido. La Florida, el tercer estado más poblado, fue el que menos pidió de los nueve. El pedido de la Florida es inferior a las 231,000 dosis que, según los informes, se están destinando a la Ciudad de Nueva York. Estas cifras no incluyen todas las vacunas disponibles en esos estados. Y estos son solo los primeros envíos. Se enviarán más dosis pediátricas de la vacuna Pfizer.
Sur Florida / elnuevoherald
Algunos proveedores privados, como las grandes cadenas de farmacias, piden las dosis directamente al gobierno federal. Eso significa que en la Florida, cadenas de farmacias como CVS o los supermercados Publix no tienen que abastecerse de las 90,000 dosis pedidas por el estado. Los problemas de suministro derivados del número de dosis ordenadas por el estado no afectarían a las grandes farmacias, pero sí a los pediatras u otros proveedores. En el área de Tampa Bay no parece haber escasez de dosis de tamaño infantil, dijo la doctora Christina Canody, directora médica de BayCare Pediatric Service Line. “Tanto las cadenas comerciales como las farmacias privadas de la Bahía de Tampa tienen actualmente un suministro adecuado de la vacuna”, dijo. El tamaño de la orden de un estado señala cómo ese estado planea distribuir la vacuna pediátrica. El mes pasado, California anunció que los estudiantes deben estar vacunados para el aprendizaje presencial. El Estado distribuirá las dosis a través de más de 4,000 lugares de vacunación estatales, incluyendo 3,100 clínicas escolares, según la oficina del gobernador. Texas dice que su millón de dosis se distribuirá a 900 proveedores en todo el estado.
La Florida está adoptando un enfoque de no injerencia para distribuir la vacuna, confiando en los consultorios médicos, las farmacias y las clínicas administradas por los condados. La Florida ha dosis de reactivación de la vacuna a los adultos mayores y personas con otras enfermedades. Algunos distritos escolares están ayudando a inocular a los niños, como los de los condados Miami-Dade, Broward, Orange, Seminole, Okaloosa y Escambia. Los distritos escolares de Tampa Bay —Hillsborough, Pinellas y Pasco— dicen que no tienen planes de ayudar a vacunar a los niños. La portavoz del Departamento de Salud de la Florida, Weesam Khoury, dijo en un correo electrónico el miércoles que las 90,000 dosis eran un “suministro inicial” que se entregaría esta semana. Dijo que el Estado “continuará garantizando que las vacunas contra el COVID-19 estén ampliamente disponibles en todo el estado”, señalando que la Florida había ordenado 270,000 dosis adicionales “para cumplir con las solicitudes de los proveedores”. Según un documento del Departamento de Salud, las dosis pedidas antes del 9 de noviembre por proveedores como los pediatras deberían ser entregadas el viernes. A principios de la semana, algunos proveedores pudieron recoger las dosis en los sitios del Departamento de Salud estatal en sus condados. Hasta el jueves, los locales de CVS y Walgreens en toda el área de la Bahía de Tampa todavía tenían citas disponibles para los niños de 5 a 11 años. Los locales de Miami-Dade de esas farmacias también parecían estar bien abastecidos. Cindy Prins, epidemióloga de la Universidad de la Florida, dijo que la dependencia de la Florida en el sector privado serviría bien a la mayoría de la población del estado, pero aún podría dejar a algunos atrás. Señaló que algunas comunidades de bajos ingresos no tienen una cadena de tiendas de comestibles o farmacias cerca. Muchas familias de esas comunidades también dependen del transporte público y pueden no estar aseguradas o tener un seguro insuficiente, lo que significa que no tienen un médico habitual donde puedan vacunar a sus hijos. Cuando la vacuna se lanzó por primera vez al público en general, esas comunidades fueron atendidas por clínicas de vacunación emergentes o móviles. Pero el plan del estado de confiar en el sector privado podría significar menos de esas opciones esta vez. “Tenemos que pensar en las personas que viven en zonas desatendidas”, dijo Prins. “Es importante asegurarse de que no nos olvidamos de esos niños”. ALGUNOS PADRES NO ESTÁN SEGUROS DE LA VACUNA El estado también tendrá que combatir las dudas sobre las vacunas entre algunos padres. Una encuesta realizada por la Fundación Kaiser Family en octubre reveló que 30% de los padres dijo “definitivamente no” a inocular a sus hijos menores. La vacuna ha demostrado ser segura y eficaz para los niños de entre 5 y 11 años. Según los ensayos clínicos, la dosis infantil funciona igual de bien, quizás mejor, para los niños de ese grupo de edad, al tiempo que minimiza los posibles efectos secundarios. Las clínicas han visto reacciones variadas de los padres, dijo Canody, “desde los primeros en adoptarlo, que han estado esperando este momento”, hasta los más indecisos “que necesitan ver cómo se desarrolla”. Muchos padres pueden esperar hasta un momento conveniente, dijo, como un fin de semana o un día festivo, cuando su hijo tendrá tiempo para recuperarse de cualquier efecto secundario de la vacuna. El estado aún no ha publicado los datos que muestran cuántos niños han recibido la vacuna desde que se aprobó el 2 de noviembre. El Estado publica un informe semanal sobre el COVID-19 todos los viernes después de las 5:30 p.m. Prins dijo que es vital que las vacunas lleguen a los brazos de tantos niños como sea posible. “Es otro paso crítico para ver una menor circulación del virus”, dijo. “En la Florida la ola delta está más o menos controlada, pero no sabemos qué variantes están a la vuelta de la esquina”. Los redactores del Tampa Bay Times Jeffrey S. Solochek y Christopher O’Donnell contribuyeron a este artículo. Esta historia fue publicada originalmente el 15 de noviembre de 2021 10:45 am. Thorston Johnson, de 10 años, ssentado mientras la farmacéutica Maylen Mesa le aplica una vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech en un Walgreens de Miami, Florida, el sábado 6 de noviembre de 2021. MATIAS J. OCNER MOCNER@MIAMIHERALD.COM