En una conclusión que difícilmente sorprenda a millones de floridanos que solicitaron beneficios por desempleo este año, la Florida fue el segundo peor estado del país en el pago a tiempo de estas prestaciones, según información federal.
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Solo 36% de los floridanos que solicitaron beneficios recibieron su primer pago en tres semanas este año, según el Departamento de Trabajo federal, una tasa lamentable en la que solamente Hawai salió peor.
Al igual que muchos otros estados, la pandemia paralizó el sistema de prestaciones por desempleo en la Florida, lo que provocó que la página oficial de presentación de reclamaciones, CONNECT, colapsara ante el gran aumento de reclamaciones. Durante abril, mayo y junio, al comienzo de la pandemia, el estado pagó solo 28% de las reclamaciones a tiempo.
Ese índice mejoró, pero no lo suficiente para que la Florida quedara en penúltimo lugar en la clasificación del Departamento de Trabajo.
El Departamento de Trabajo considera que 87% de los primeros pagos en un plazo de dos a tres semanas es “aceptable”. Siete estados pudieron alcanzar esa marca este año. La media nacional fue de 66.8%.
Una portavoz del Departamento de Oportunidades Económicas, que dirige el sistema estatal de beneficios por desempleo, dijo que la clasificación federal no incluye su desempeño en el pago de $600 semanales en beneficios federales. La clasificación evalúa la eficiencia de los pagos de sus propios beneficios en cada estado, que en la Florida son $275 semanales.
“El Departamento hizo un esfuerzo concentrado para hacer los pagos federales por la pandemia lo más rápido posible, fuera del sistema CONNECT”, dijo la portavoz Tiffany Vause en un comunicado. “Creíamos que asegurar a los floridanos este pago lo más rápido posible era la prioridad”.
Vause no identificó el nivel de rapidez con que se hicieron esos pagos federales.
El programa estatal de beneficios por desempleo ha ocupado los últimos lugares en este sentido desde hace años, indica la información federal. El estado normalmente está casi al final de la lista todos los años y no ha cumplido el nivel “aceptable” del Departamento del Trabajo durante al menos los últimos 10 años.
La enorme cantidad de solicitud de beneficios por desempleo abrumó casi todo el sistema en casi todos los estados, pero en la Florida fue particularmente malo. Un mes después de la crisis del desempleo, el estado todavía no sabía cuántos floridanos habían presentado solicitudes o a cuántas personas se les había sido pagado, lo que llevó al gobernador Ron DeSantis a reemplazar a la persona a cargo del sistema.
