Motivado por la creciente preocupación pública sobre la insuficiente disponibilidad de vacunas contra el coronavirus, frente al preocupante aumento de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos, el Gobierno estatal de Florida insta a la calma, en la medida que la producción aumente y el nuevo gobierno federal agilice la distribución.
SurFlorida – Diario Las Américas
Así lo dio a entender el secretario estatal de Salud, Scott Rivkees, durante una entrevista con The Associated Press, en la que intentó tranquilizar a los floridanos.
“El mensaje es este: nos comunicaremos con usted”, manifestó Rivkees en la entrevista telefónica. “Estamos en una situación en la que estamos esperando suministro adicional y, a medida que haya más suministro disponible, lo haremos llegar al público”, argumentó.
En efecto, según datos suministrados por la autoridad estatal Florida ha recibido unos 2.5 millones de dosis de las dos vacunas aprobadas por el Gobierno federal, Pfizer y Moderna, desde el pasado 11 de diciembre cuando la primera fue aprobada; y aplicado alrededor de 1.2 millones de ellas a personas de la tercera edad y personal sanitario mayormente, lo que deja en proceso de administración más de un millón de aplicaciones que deben suministrarse en los próximos días.
Si seguimos a ese paso, un millón de vacunas por mes, Florida demoraría 21 meses, exactamente un año y nueve meses, para inmunizar la población de 21.5 millones de habitantes.
No obstante, el nuevo gobierno federal, presidido por Joe Biden, prometió agilizar el proceso de producción y distribución de las vacunas para alcanzar 100 millones de personas en el país antes del 29 de abril, cuando se cumplen los primeros 100 días de su gestión administrativa.
“Si esto sucede, Florida podría recibir el doble de dosis en las próximas semanas, pero definitivamente el estado necesita agilizar la aplicación de las vacunas, no dejar que los hospitales y centros médicos las administren según crean o puedan”, opinó el doctor Hugo Lara, médico especialista en enfermedades infecciosas.
Y añadió: “Debemos recordar como demoró la aplicación del test de coronavirus a comienzos de la pandemia porque faltaba la sustancia reactiva que completaba el examen. Y ahora, tenemos test en prácticamente cualquier lugar”.
El plan preliminar de Florida, que fue presentado por el gobernador Ron DeSantis hace cuatro semanas, apuesta por vacunar primero al personal sanitario en hospitales y centros médicos, así como personas de la tercera edad y paulatinamente a trabajadores esenciales, como agentes del orden, bomberos y maestros.
De cualquier manera, ni tan siquiera las dosis recibidas han sido suficientes para suplir la demanda de los grupos antes mencionados, lo que ha provocado la espera por obtener citas para ser vacunado.
En Florida, donde el virus ha acabado con la vida de más de 21.000 personas de la tercera edad, de las 25.000 fallecidas en el estado, la prioridad sigue siendo precisamente los mayores de 65 años.
“Estamos utilizando todos los recursos disponibles a nuestra disposición para que las personas se vacunen de la manera más rápida y segura posible según vacunas que recibamos”, resaltó Rivkees.
De hecho, Florida cuenta con más de 4.4 millones de personas con al menos 65 años, el segundo más alto en el país.
El secretario estatal de Salud recordó que “el estado no tiene más remedio que esperar a que el Gobierno federal, y los fabricantes de vacunas, aumenten las asignaciones de vacunas que se envían a los estados”.
Rivkees instó al Gobierno federal a rediseñar la distribución de la vacuna”, que fue trazada por la administración anterior, “de modo que se pueda dar prioridad a los estados con poblaciones de alto riesgo”.