La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte responsabilizó por el fatal colapso del puente peatonal de la Universidad Internacional de la Florida a un error de diseño y a la total falta de supervisión de la construcción, calificando el accidente de “asombroso”.
El ente llegó a esta conclusión una investigación de 19 meses. Fiscales y detectives de Miami-Dade deben decidir si esos errores fueron negligencia penal, y si la compañía que diseñó el puente, FIGG Bridge Engineers de Tallahassee, así como otros individuos y entidades que supervisaron el proyecto, deben ser acusados de homicidio. Seis personas perecieron en el colapso, ocurrido el 15 e marzo de 2018.
No se descarta que los ingenieros que trabajaron en el proyecto enfrenten una investigación de la junta que otorga las licencias profesionales.
La ley de la Florida suele favorecer a las compañías de construcción en casos de accidentes, y expertos jurídicos dicen que un caso penal sería complicado.
La NTSB concluyó que el error de diseño de FIGG provocó el desplome. También culpó al Departamento de Transporte de la Florida, a FIGG y a otras compañías privadas por no cerrar Tamiami Trail a pesar de las grietas estructurales que ocurrieron en el puente, que eran 40 veces mayor de lo aceptable. El abogado Ware cree es probable que se presenten cargos penales, dado que la NTSB indicó que la vía debió cerrarse al tráfico debido al tamaño de las grietas
