23 de diciembre de 2024 7:02 AM

Fieles vacunados llenan Iglesia en Jerusalén para ceremonia

 Cientos de clérigos y fieles de las iglesias cristianas orientales aprovecharon la flexibilización de las restricciones del coronavirus por parte de Israel y colmaron el sábado la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, venerada como el lugar de la resurrección de Jesús luego de su muerte por crucifixión, para una antigua ceremonia un día antes de la Pascua ortodoxa.

Sur Florida / AP

Los fieles acudieron para ver a los clérigos emergiendo del Edículo, una cámara construida en el sitio donde los cristianos creen que Jesús fue enterrado antes de resucitar de entre los muertos, portando el llamado Fuego Santo.

Muy pocas personas en la iglesia usaban mascarillas y nadie aplicó distanciamiento social. Sólo se permitió la entrada a quienes estuvieran completamente vacunados.

Cuando sonaron las campanas y aparecieron los principales clérigos de diferentes denominaciones ortodoxas, los fieles encendieron sus velas con ese fuego y pasaron las llamas entre sí. En un minuto, los imponentes muros de la vieja iglesia brillaron por la luz de las velas. La fuente de la llama es un secreto muy bien guardado.

El patriarca griego ortodoxo de Jerusalén, Theophilos III, dirigió el ritual.

La escena en la iglesia contrastó marcadamente con la del año pasado, cuando apenas unos cuantos líderes religiosos asistieron a la ceremonia centenaria en un entorno casi vacío impuesto por la pandemia de coronavirus.

Israel ha relajado significativamente las restricciones, incluso el uso de mascarillas en público, después de una campaña de vacunación líder en el mundo. Sin embargo, los viajes aéreos al país siguen siendo limitados y requieren que los recién llegados se sometan a cuarentena.

En años normales, las fiestas cristianas, incluidas la Navidad y la Pascua, atraen a decenas de miles de turistas y peregrinos a los lugares sagrados de Jerusalén y Belén.

Muchos países siguen restringiendo las celebraciones normales de la Pascua ortodoxa. El vecino Líbano, por ejemplo, aplicó un toque de queda de 24 horas diarias para frenar la propagación del coronavirus, desde el sábado hasta el martes por la mañana. A las iglesias se les permitirá celebrar la misa de Pascua y las oraciones sólo al 30% de su capacidad, y requieren permisos especiales.

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