Feligreses de Florida retoman su fe en Pascua. En todo el sur de la Florida, las iglesias han implementado protocolos para controlar la propagación del virus durante sus servicios de Pascua. Algunas medidas incluyen el uso de cubrebocas, bancos distanciados, reservación obligatoria para los eventos, límite de personas dentro de los edificios y métodos creativos para recibir la comunión, como desde los carros.
surflorida/por ENH
Denrick E. Rolle, rector de la Iglesia Episcopal St. Agnes de Overtown, sabe cuánto han sufrido sus feligreses durante la pandemia, pues él también ha sufrido en carne propia el flagelo mundial.
Su padre falleció el año pasado en las Bahamas, y Rolle, oriundo de esa nación caribeña, no pudo viajar a despedirse. Como muchas familias recientemente, no pudo sobrellevar su luto junto a sus seres queridos.
Sin embargo, lo que le ayudó a él y a otros, dijo, fue que su iglesia, fundada en 1923, mantuvo la fe viva en su comunidad y lo seguirá haciendo. Este Domingo de Resurrección, la institución religiosa celebrará su servicio presencial más grande desde marzo 2020 en un modelo “híbrido”, en línea y en persona, para conmemorar el día más sagrado del año para los cristianos.
Para evitar las infecciones, las iglesias están habilitando capillas adicionales, adaptando estacionamientos y creando salas de desbordamiento para esparcir a las multitudes durante las misas presenciales. Algunas piden que las personas llenen un breve cuestionario sobre síntomas antes de entrar.
El año pasado, mientras el coronavirus comenzaba a propagarse por el mundo, la Semana Santa se vio marcada por los cierres de todos los templos el domingo de Pascua. Este año, la conmemoración ha adquirido un sentir distinto gracias a la vacunación contra el COVID-19: pulula el optimismo.
“El ambiente está cambiando. Estamos empezando a sentir un poco de esperanza”, dijo Raquel Smith, coordinadora de la Iglesia Community Bible Baptist, cerca del Centro Médico Jackson South en Kendall.
Community Baptist se asoció con el la red hospitalaria pública Jackson Health para ayudar a distribuir las vacunas. Smith dijo que muchos de los creyentes se mostraron escépticos sobre la vacuna al principio, pero la perspectiva de la gente cambió cuando se enteraron que su pastor ya había sido inoculado.
Hasta ahora, la iglesia ha ayudado a vacunar a unas 600 personas, dentro y fuera de su congregación.
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