Después que un juez de Miami-Dade advirtiera que su activismo pudiera perjudicar la venta prevista de la propiedad del edificio de condominios Champlain Towers South, los familiares de los fallecidos en el colapso de Surfside celebraron el jueves una conferencia de prensa para exigir que se construya un monumento conmemorativo en el lugar del derrumbe en lugar de un rascacielos de lujo.
Sur Florida / elnuevoherald
De pie frente al lugar donde murieron 98 personas hace casi tres meses, el grupo de familiares sostuvo fotos de sus seres queridos y repitió un lema que crearon para apoyar sus esfuerzos: “No construimos sobre cadáveres”.
Hicieron un llamado a los gobiernos federal y estatal, a los filántropos y a los líderes empresariales para que intervengan y compren el terreno de 1.9 acres frente al mar antes que se venda a un postor desconocido que ofrece $120 millones para construir una nueva urbanización.
“Este lugar es sagrado”, dijo Ronit Felszer, cuyo hijo de 21 años, Ilan Naibryf, murió en el colapso. “Es inaceptable que el último lugar donde mi hijo estuvo vivo sea otra cosa que un monumento conmemorativo”.
Después que un juez de Miami-Dade advirtiera que su activismo pudiera perjudicar la venta prevista de la propiedad del edificio de condominios Champlain Towers South, los familiares de los fallecidos en el colapso de Surfside celebraron el jueves una conferencia de prensa para exigir que se construya un monumento conmemorativo en el lugar del derrumbe en lugar de un rascacielos de lujo.
De pie frente al lugar donde murieron 98 personas hace casi tres meses, el grupo de familiares sostuvo fotos de sus seres queridos y repitió un lema que crearon para apoyar sus esfuerzos: “No construimos sobre cadáveres”.
Hicieron un llamado a los gobiernos federal y estatal, a los filántropos y a los líderes empresariales para que intervengan y compren el terreno de 1.9 acres frente al mar antes que se venda a un postor desconocido que ofrece $120 millones para construir una nueva urbanización.
“Este lugar es sagrado”, dijo Ronit Felszer, cuyo hijo de 21 años, Ilan Naibryf, murió en el colapso. “Es inaceptable que el último lugar donde mi hijo estuvo vivo sea otra cosa que un monumento conmemorativo”.
A los familiares se unió Monica Iken-Murphy, cuyo marido murió en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Iken-Murphy, que trabajó para que se construyera el National September 11 Memorial & Museum, se ofreció a ayudar a las familias de Surfside en la recaudación de fondos y en la difusión gubernamental.
“Solo quiero dejar claro, para que todo el mundo en Estados Unidos entienda la importancia, que en Estados Unidos no construimos sobre gente muerta. Simplemente no lo hacemos. Y no lo permitiré mientras esté aquí”, dijo Iken-Murphy.
Pese a sus esfuerzos, es posible que el terreno se venda como estaba previsto a principios de la primavera. Y el juez de circuito de Miami-Dade Michael Hanzman, quien está supervisando la venta como parte de una demanda colectiva, dijo que la celebración de conferencias de prensa para criticar la venta y llamar a la tierra “sagrada” en los medios de comunicación puede disminuir el valor de la propiedad, reduciendo el eventual pago de los bienes a las víctimas y los sobrevivientes que poseían unidades en el edificio.
“Están ahuyentando a los posibles postores y también están haciendo que el terreno sea menos valioso para los pocos que van a pujar”, dijo Hanzman en el tribunal el jueves antes de la rueda de prensa. “Van a hacer bajar el valor de este activo”.
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El administrador judicial de la Asociación de Condominios de Champlain Towers South dijo que la venta de $120 millones se formalizará en un contrato la próxima semana. Otros posibles compradores aún pueden presentar ofertas por la propiedad. La finalización de la venta del terreno pudiera prolongarse hasta principios de la primavera, dijo el administrador judicial, Michael Goldberg.
Las personas que hablaron en la conferencia de prensa no mencionaron los comentarios de Hanzman. Pero Vicki Btesh, cuyo marido, Andrés Levine, y dos primos murieron en el colapso, dijo a Hanzman que ella y otros familiares no querían devaluar el terreno. Dijo que quieren encontrar una manera de poner un monumento en el lugar y vender el terreno para compensar a los supervivientes y a las familias de las víctimas.
“Creo que hay más opciones y creo que deben ser exploradas”, dijo Btesh en el tribunal.
Se están considerando otras propiedades cercanas como sede de un futuro monumento a las víctimas del colapso, como el Miami Beach Oceanside Park, y en Surfside, en 88 Street, o cerca del centro de tenis de la ciudad.
Las familias propusieron inicialmente una idea para intercambiar terrenos públicos frente a la playa con el eventual comprador del emplazamiento de las Champlain Towers South para que se construyera allí un monumento conmemorativo, pero los comisionados de Surfside dijeron que no apoyarían el intercambio de terrenos. La propuesta implicaría derribar el centro comunitario de Surfside y construir uno nuevo junto al monumento.
Las familias dijeron el jueves que están centradas en recaudar dinero para comprar el terreno. Martin Langesfeld, cuya hermana Nicole Langesfeld y su cuñado Luis Sadovnic murieron en el derrumbe, dijo que esperaba que los líderes locales, estatales y federales “apoyen, respeten y ayuden a nuestros esfuerzos para construir un monumento”.
Hace tiempo que se retiraron de la propiedad los escombros de la torre derrumbada, que fueron trasladados a un lugar remoto, donde los equipos del condado han seguido buscando restos humanos. Aunque las 98 víctimas han sido identificadas, Langesfeld dijo que los restos de muchas víctimas siguen desaparecidos.
“Y esta tierra será para siempre su lugar de descanso”, dijo Langesfeld.
La recaudación de dinero suficiente para una venta alternativa planteará problemas, entre ellos la preocupación de los propietarios de unidades que perdieron sus casas en el colapso. Moshe Candiotti, que vivía en la unidad 407, asistió a la rueda de prensa y dijo que apoyaba la construcción de un monumento conmemorativo, pero no a costa de su indemnización. Dijo que había invertido cerca de $400,000 en su apartamento y que quería una ayuda rápida porque actualmente vive en un hotel.
“Apoyo un monumento conmemorativo”, dijo. “Pero no nos echen a la calle”.
Langesfeld dijo después en un comunicado que las familias “agotarán todos los recursos disponibles para asegurarse de que las víctimas reciban la compensación necesaria”.
“Solo para aclarar, no estamos pidiendo a los propietarios de las unidades que donen nada”, dijo. “Estamos pidiendo a la ciudad, al estado y al gobierno federal que compren este terreno para respetar y honrar a las 98 víctimas inocentes que murieron en sus casas. Otra opción serían los filántropos de todo el mundo y las empresas”.