“Yo no pudiera ser lo que soy, no hubiese podido lograr absolutamente nada, si no hubiese sido por mi familia. Todo se lo debo a ellos”. Con estas palabras cargadas de gratitud, dolor y convición resumió Jeanette Núñez, vicegobernadora de la Florida, el sentimiento que aflora, a solo días de haber perdido físicamente a su padre con 84 años de edad, en el contexto de la caótica situación que atraviesa el país, tras una elección presidencial marcada por la polarización partidista y la pandemia del COVID 19.
Sur Florida/Diario Las Américas
En conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS Nuñez dejó al descubierto su lado más humano, el de la hija, la hermana, la madre. “Mi historia es como la de tantas familias cubanas obligadas al exilio después del triunfo de Fidel Castro. Mi padre nació en Cuba, creció en Cuba, nunca conoció a su papá porque éste abandonó a mi abuela”.
“El era único hijo. Allá conoció a mi mamá y tuvieron a mi hermana mayor. Después del 59 nunca estuvo de acuerdo [con el régimen], en un país donde eso significa que te pongan como se dice popularmente en la mirilla. Decidió escapar y vino a los Estados Unidos y mi madre se quedó en Cuba esperando la oportunidad. Tuvo que mentir, decirles a todos que mi padre las había abandonado, a ella y a mi hermana. Fingió todo ese tiempo hasta que pudieron lograrlo”.
La separación, la nostalgia, el sacrificio, son denominadores comunes en la historia de la inmigración forzosa. Y ante la ausencia de libertades y de respeto a los derechos fundamentales, siempre los regِímenes totalitarios empujan al destierro a incontables personas por solo el hecho de pensar diferente. En los tres primeros años después de la llegada al poder de la dictadura implantada por Fidel Castro, casi 300.000 cubanos abandonaron la isla. Víctor C. Sánchez, el padre de Jeanette Núñez, se asentó en EE.UU en 1961.
“Cuando llegaron aquí vivían en un “efficiency”. La mesa para comer era una tabla de planchar. Había veces que tenían un solo “Bistecito” y se lo daban a mi hermana. Ellos sobrevivían comiendo comida enlatada. Yo me pongo a pensar cómo lo hicieron, cómo lo lograron. No puedo imaginarme con mi hija, en un país extraño, con un idioma extraño, abriéndome paso. Yo no sé si lo hubiese logrado”.
Núñez comentó emocionada la formación de la familia. “Somos tres hermanas y mi mamá. A pesar de eso mi padre nunca se quejó de tantas mujeres gobernándolo” Es entonces cuando una sonrisa cómplice disfrazada de recuerdo se hace presente en nuestra escueta entrevista.
Víctor C. Sánchez, su padre, fue diagnosticado con cáncer en marzo pasado, justo en medio del inicio del impacto de la pandemia. “Todo pasó tan rápido y a la vez ha sido tan difícil. Siempre hemos sido una familia muy unida”
Nuñez, con voz entrecortada, me asegura que su padre era lo máximo, un paradigma a seguir, una persona integral, que nunca dejó de trabajar y de sentirse útil. Y que en las etapas más duras nunca menguó su apoyo incondicional. “Para mi el ejemplo más grande siempre han sido mis padres, incluso en este año, con la responsabilidad de mi trabajo, la pandemia, las cifras de desempleo, la crisis económica, me dieron el ánimo necesario. Ellos me enseñaron que no importa la carga que tengas, siempre debes cumplir con tus obligaciones”
La vicegobernadora Núñez nació en Estados Unidos pero desborda cubanía y se siente orgullosa de sus raíces Latinas. “Ellos me inculcaron el amor por este país, que nos dio la libertdad y nos abrió las puertas, nunca regresamos a Cuba, pero en cuanto a la cultura, las tradiciones, el idioma eso nunca lo perdimos. Yo aprendí a hablar inglés en la escuela. Imagínate me críe con mi abuela. Y mis hijos igual hablan español. Todavía cocino lentejas, chícharos, sopa de pollo y le pregunto a mi mamá por su receta de la carne con papas”.
Después de esta reflexión Núñez se refugia nuevamente en el dolor, en el desmayo, el traslado al Hospital de Kendall, la noticia del fallecimiento de su padre. “El estaba muy orgulloso de mi, él estuvo en la toma de pocesión. El mes que viene hubiese cumplido 61 años de casado. Para mi madre ha sido un golpe muy fuerte”
Núñez, después de servir como representante estatal, se convirtió a sus 47 años en la primera vicegobernadora latina de Florida en 2019.
Desde las páginas de DIARIO LAS AMÉRICA, por intermedio de la vicegobernadora Jeanette Núñez, hacemos extensivo una mensaje de condolencia a quienes sobreviven al señor Víctor C. Sánchez.