El artista cubano Rafael Consuegra falleció a causa de una afección cardíaca de la cual se desconoce detalles. El escultor, que se exilió en EEUU en la década de los años 60, murió en un hospital de Miami en la madrugada del viernes 17 de septiembre, día en que arribó a los 80 años.
Sur Florida / diariolasamericas
La noticia, confirmada por su asistente, también fue publicada en las redes sociales del artista.
Respetado por la comunidad del arte, Consuegra logró moldear un estilo propio que manifestaba en sus piezas que concebía en el metal y la cerámica. Pero también se ganó la admiración de sus colegas por su buena disposición y deseos de impulsar a las nuevas generaciones de artistas.
“Lo recordaré como un escultor amigo que manejaba muy bien los metales y la cerámica, también pintaba. Era muy laborioso, siempre ayudaba a los artistas más jóvenes. Su taller (está) lleno de obras de distintas épocas con una gran cultura de religión y arte”, expresó a DIARIO LAS AMÉRICAS el artista Ismael Gómez de Peralta.
“Como artista creo dominó muy bien la cerámica con expresiones figurativas dramáticas, pero fue más conocido por sus obras en metales. Logró mostrar obras en Rusia, España, en sitios importantes. Manejó muy bien la escultura en espacios públicos. Logró obras de carácter abstracto; su obra se identifica muy bien por todos sus elementos formales y conceptuales. Logró un estilo personal”, agregó.
Sobre si tenía conocimiento de alguna obra reciente que Consuegra no lograra terminar, De Peralta comentó:
“El estudio estaba lleno de obras, casi todas terminadas. Es típico de los artistas tener obras inconclusas y un día retomarla y terminarla. En su caso, a veces era complicado, porque trabajaba en metal. Era una persona mayor pero fuerte, aunque sí necesitaba en algunos momentos finales la ayuda de un soldador”.
De Peralta contó que conoció a Consuegra en el Bird Road Art District, zona artística que el escultor ayudó a fundar y donde coincidían los estudios de ambos artistas.
“Nos conocimos cerca del 2007, cuando tuve mi primer estudio en ese barrio industrial de casi 50 estudios de artistas. Me contó que lograron que la ciudad les reconociera ese circuito. Y así nos visitábamos muchas veces; hacía paellas e invitaba a todos. El último estudio mío y el suyo estaban en el mismo patio, y ahí coincidimos más; caminábamos juntos a nuestros perritos chihuahuas, Mimi y Frida. Hablábamos mucho de estos seres fieles, los perros, que el amaba igual que yo”, recordó De Peralta.
De Peralata tampoco olvida que pudo contar con su amigo en momentos tristes.
“Cuando murió mi perrito, Vincent, estaba con mi mascota fallecida en mi carro, quería enterrarlo en mi casa que había sido rentada y los inquilinos por superstición no quisieron. Entonces llamé a Consuegra y me dijo: ‘Ven para acá’ e hicimos la ceremonia juntos. Él fue muy sagrado e hicimos el entierro en el patio de su estudio anterior que daba al Palmetto expressway”.
Asimismo, resaltó el valor artístico de Consuegra, cuya obra transcendió la ciudad de Miami.
“Estaba, como todo artista, en una lucha por la belleza; un ser tierno, también irónico. Hablaba mucho de Dios, le gustaba compartir con amigos de diferentes esferas. Había grupos de artistas, otros de médicos religiosos y militares, o sea veteranos. A veces, todos juntos era un show. Y él era el centro. Se nos fue un artista muy conocido en esta ciudad, que desarrolló obras en Rusia, Serbia, Barcelona y Francia”, añadió.
Sus piezas también se han expuesto en Alemania y Suiza, además de Nueva York, Chicago, Georgia y Puerto Rico.
Más allá de ser un “gran artista, creador y amigo”, como lo describe el pintor Agustín Gainza, Consuegra también es recordado por su fibra humana.
“Era un gran ser humano, dispuesto a ayudar, un gran conversador, con el que pude intercambiar muchas veces distintas ideas sobre el arte”, dijo Gainza, quien conoció al escultor hace unos 37 años.
Aunque le resulta difícil describir su obra, Gainza considera que es extraordinaria.
“Su obra como ceramista era extraordinaria, así como sus esculturas en metal. Y cuando unía estos dos elementos, creaba piezas que solamente Consuegra podía concebir. Para mí es muy difícil describirla, lo que puedo decir es que era un creador, buscando siempre nuevos retos, con un sello muy personal”, expuso Gainza.
“Lo veía en distintas exposiciones y, poco a poco, fue naciendo una linda amistad. Aunque no nos veíamos frecuentemente, siempre que nos encontrábamos era como si nunca nos hubiésemos dejado de ver”, recordó.
Rafael Consuegra estudió arte en Miami Dade College y luego obtuvo una maestría en Bellas Artes en la Universidad de Miami, en 1971. Más tarde se dedicó a impartir clases en el college y en Barry University.
Con una sólida trayectoria de cinco décadas como artista cubano de renombre internacional, Consuegra fue merecedor de varios premios, entre ellos el Miami Art Center’s Award for Sculpture, in 1967. En 2012, fue designado como embajador de EEUU para promover Belgrado como la capital de las artes en el 2020.
A Rafael Consuegra le sobrevive su esposa. Aún se desconoce cuando serán los servicios fúnebres, pero la oficina del artista dijo que dará a conocer los detalles a través de las redes sociales.