La Expo 2020 de Dubái reconoció el sábado que cinco trabajadores fallecieron durante la construcción de la enorme feria universal, revelando por primera vez estadísticas generales de mortalidad laboral.
Sur Florida / AP
La organización había explicado antes que sus 200.000 operarios trabajaron alrededor de 240 millones de horas en la construcción del recinto. No había ofrecido ninguna estadística general sobre decesos, lesiones o contagios por coronavirus entre los obreros a pesar de los repetidos pedidos de The Associated Press y otros reporteros.
La admisión se produce después de que el Parlamento Europeo instó el mes pasado a los países a no participar en el evento debido a las “prácticas inhumanas (de Emiratos Árabes Unidos) contra los trabajadores extranjeros”, que se agravaron con la pandemia del coronavirus. Antes de la Expo, las constructoras “coaccionan a los trabajadores para que firmen documentos no traducidos, confiscan sus pasaportes, los exponen a horas de trabajo extremas en condiciones climáticas poco seguras y proporcionándoles alojamiento insalubre”, agregó la resolución.
En una conferencia de prensa un día después de la inauguración, la vocera de la Expo, Sconaid McGeachin dijo que la información sobre los decesos estuvo disponible previamente para los reporteros y mencionó un comunicado sobre un monumento en honor a los trabajadores que levantaron el recinto desde cero, que no daba más detalles. Las autoridades ofrecerán más información al respecto más adelante, añadió.
McGeachin reconoció además que las autoridades estaban al tanto de casos en que los contratistas “retuvieron pasaportes” y llevaron a cabo “prácticas de reclutamiento” sospechosas y violaciones de seguridad en el puesto de trabajo.
“Hemos tomado medidas para asegurar que se ha abordado e intervenido en esos casos”, apuntó sin dar más detalles.
Emiratos, un reino rico en petróleo que depende de mano de obra migrante mal pagada procedente de África, Asia y otros países árabes para mantener su economía, enfrenta desde hace años las críticas de grupos de derechos humanos por tratar mal a esos trabajadores. Pero las autoridades han luchado para ofrecer una imagen positiva para la Expo, la primera que se celebra en Oriente Medio y que busca mostrar el orgullo de Dubái y atraer a millones de visitantes extranjeros.
Quienes trabajan en Emiratos no pueden formar sindicatos, tienen muy pocos derechos, suelen trabajar muchas horas a cambio de salarios bajos y viven en malas condiciones.
El abrasar calor del principio del otoño en Dubái resultó peligrosos hasta para quienes visitaron el recinto en su primera jornada el viernes: algunos turistas se desmayaron en un clima húmedo en el que los termómetros marcaban 40 grados Celsius (104 Fahrenheit).