Festejar el Día de Acción de Gracias sin peligro durante una pandemia es posible, aunque los expertos en salud saben que sus recomendaciones son tan insípidas como un pavo seco: Quedarse en casa. No viajar. Reunirse al aire libre.
Sur Florida / apnews
Debido al incremento en las infecciones de coronavirus en Estados Unidos, muchos estadounidenses están renunciando a la tradición y poniéndose creativos con vistas a la celebración.
Por primera vez en cinco años, la nutrióloga Marisa Moore, quien vive en Atlanta, no viajará a Carolina del Sur a visitar a su numerosa familia ampliada. En su lugar, tiene planeado conversar por video con ellos mientras cocina por primera vez en casa una tarta de manzana. Cuando sea la hora de cenar, compararán platos.
“Conversaremos todo el día”, dijo Moore.
El lunes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) actualizaron sus consejos para la celebración, y destacaron que la crisis por el coronavirus se está agravando y que las pequeñas reuniones familiares “contribuyen de manera importante” a la transmisión. Los CDC dijeron que los adultos mayores y otras personas con alto riesgo de desarrollar un cuadro grave de COVID-19 deben evitar reuniones con personas que no vivan con ellos.
Los expertos señalan a Canadá, donde el Día de Acción de Gracias se celebró el 12 de octubre. Después se presentaron contagios vinculados a reuniones familiares. “Qué fastidio. De verdad”, dijo el primer ministro canadiense Justin Trudeau dos semanas después.
No hay necesidad de cancelar la celebración. Pasar tiempo con los seres queridos también es importante para la salud, dijo Lacy Fehrenbach, subsecretaria de salud del estado de Washington.
El coronavirus se propaga con mayor facilidad cuando las personas colman recintos cerrados, así que Fehrenbach alienta nuevas tradiciones al aire libre, como hacer excursionismo como familia. El número de invitados al banquete debe ser reducido para que las personas puedan estar sentadas a 1,80 metros de distancia unas de otras durante la cena y sin mascarilla, agregó. Abran las ventanas para mantener la circulación de aire.
Entre más personas asistan a una reunión, aumenta la probabilidad de que alguien en la fiesta tenga coronavirus, afirmó Fehrenbach, “incluso alguna persona que conozcan y amen”.
En cualquier otro Día de Acción de Gracias, docenas de miembros de la familia de Olga García atiborrarían su casa para hacer tamales, ver fútbol y platicar. Este año, la cuidadora profesional, de 61 años, repartirá comida a su familia distribuida a lo largo de 48 kilómetros (30 millas) por la carretera North Cascades, en el estado de Washington.
Si el plan funciona, todos se sentarán a comer a la misma hora en sus casas y se reunirán en una llamada telefónica grupal.
“Vamos a ser prudentes en esto”, dijo García. “Estamos cruzando los dedos para que en 2021 podamos sentarnos en nuestra mesa y divertirnos en grande otra vez”.
¿Y qué tal una cuarentena? El día mágico para comenzar una antes del Día de Acción de Gracias es el 13 de noviembre, según Lindsey Leninger, quien encabeza a Nerdy Girls, un grupo de investigadoras que colaboran en un sitio web llamado Dear Pandemic.
Una estricta cuarentena implicaría no ir a comprar alimentos, no trabajar fuera de casa y no asistir presencialmente a la escuela durante 14 días.
¿Y qué tal una prueba? El mejor día para hacérsela sería lo más cerca al Día de Acción de Gracias, dejando un margen suficiente para tener el resultado a tiempo. Sin embargo, como una prueba podría no detectar una infección en ciernes, lo mejor sería someterse a una cuarentena durante dos semanas, el tiempo que podrían tardar los síntomas en manifestarse.
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La videoperiodista de The Associated Press Kathy Young contribuyó a este despacho.
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