Según el ministro británico de Transporte, Grant Shapps, todos los pasajeros que entren en Inglaterra por avión, tren o barco deberán disponer de un test negativo de COVID-19, que deberá hacerse 72 horas antes de emprender el viaje, de lo contrario estarán obligados a pagar una multa de 500 libras (553 euros).
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Las personas que estarán exentas de esta regulación serán los transportistas, los niños menores de 11 años y tripulación procedente de países que no tengan la infraestructura para realizar estas pruebas del coronavirus
El Gobierno indicó que trabaja con las autoridades autonómicas de Gales e Irlanda del Norte para aplicar esta medida, mientras que el Ejecutivo escocés ha indicado que espera adoptarlo también aunque ha puntualizado que Escocia ya mantiene la ilegalidad de hacer viajes no esenciales desde y hacia esa región.
Por su parte, el sector receptivo del Reino Unido, agrupado en la asociación UKinbound, aunque celebra la llegada de los test que ha estado solicitando durante todo el verano, ha exigido que sean eliminadas las cuarentenas de cinco días y se haga un segundo test a la llegada de los viajeros internacionales para reactivar los viajes al país, tal y como hemos publicado en El sector receptivo del Reino Unido pide que eliminen la cuarentena.
Hace unas semanas, el Gobierno británico suspendió los vuelos directos desde Sudáfrica ante la aparición de una nueva variante del coronavirus que podría ser más virulenta que la detectada el año pasado en el sureste de Inglaterra.
“Ya tenemos medidas significativas para prevenir casos importados de COVID-19, pero con nuevas cepas que aparecen internacionalmente, tenemos que tomar más precauciones”, dijo Shapps en un comunicado
No obstante, este nuevo requisito no reemplazará las reglas de cuarentena actuales que permanecerán vigentes.
“Junto con el período de autoaislamiento obligatorio existente para los pasajeros que regresan de países de alto riesgo, las pruebas previas de COVID proporcionarán una línea de defensa adicional, ayudándonos a controlar el virus a medida que lanzamos la vacuna al ritmo de las próximas semanas”, detalló Shapps.
El Ejecutivo agregó que pronto “establecerá los estándares que estas pruebas deberán cumplir y qué tipo de test deberán presentar los pasajeros”.
Aumento de contagios
Según las últimas cifras oficiales, el Reino Unido registró ayer un total de 1.162 nuevos fallecimientos por el virus, y continúa la tendencia ascendente de los últimos días.
Desde el comienzo de la pandemia, el Reino Unido ha registrado ya un total de 78.508 muertes y 2.889.419 contagios.
El país ha acelerado el programa de vacunación con los preparados de Pfizer/BioNTech y Oxford/AstraZeneca y se ha marcado como objetivo vacunar a los grupos más vulnerables -13 millones de personas- para el próximo 15 de febrero