Kim Kardashian está muy emocionada ante la futura ampliación de su familia que se desprende del nuevo embarazo de su hermanastra Kylie Jenner, quien espera su segundo retoño con el rapero Travis Scott. Al margen de la comprensible alegría derivada de recibir nuevos miembros en el seno del afamado clan televisivo, a la exmujer de Kanye West parece hacerle especial ilusión que ella ya no tenga que ser la responsable principal del cuidado de tantas criaturas.
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Y es que la también diseñadora y empresaria ha confesado a su amiga Ellen DeGeneres que no tiene intención alguna de volver a ser madre, teniendo en cuenta que es la integrante del clan Kardashian que más retoños tiene -North, Saint, Chicago y Psalm- y que a día de hoy se encuentra soltera y sin compromiso. Y como su hermana mayor Kourtney también es madre de familia numerosa -Mason, Reign y Penelope-, Kim espera que todos los ojos se posen ahora en la tercera de las hermanas, Khloé, de cara a una futura maternidad.
“Mi hermana Khloé debería intentarlo, la verdad“, ha señalado Kim a su paso por el programa de Ellen, aunque sin dar demasiados detalles sobre el supuesto proceso de reconciliación entre esta y el padre de su pequeña True, el jugador de baloncesto Tristan Thompson. A la celebridad le encantaría que, como ocurrió en 2018, tres nuevos miembros de la familia lleguen al mundo con solo unos meses de diferencia: Chicago, la tercera hija de Kim y Kanye, nació en enero de ese año, mientras que su prima Stormi, primogénita de Kylie, hizo lo propio un mes más tarde y, ya en abril, Khloé recibió a su por ahora única hija.