España inició el lunes su temporada turística de verano dando la bienvenida a la mayoría de visitantes vacunados contra el COVID-19 y reabriendo sus puertos a los cruceros.
SurFlorida / Diario las Américas
Los viajeros de los 27 países de la Unión Europea que no se estén vacunados contra el COVID-19 podrán entrar a España con una prueba negativa de antígenos, que es más barata y rápida que las pruebas de PCR.
Matthew Eisenberg, un estudiante de 22 años, salió emocionado de la sala de llegadas del aeropuerto de Madrid, listo para disfrutar de la capital española junto con dos amigos estadounidenses más.
“Vinimos a España el primer día que pudimos, porque estamos muy emocionados de viajar aquí”, dijo Eisenberg, mostrando el certificado de dos inyecciones de Moderna que recibió en febrero y marzo.
España sigue prohibiendo los viajes no esenciales para personas de Brasil, India y Sudáfrica, donde las variantes del coronavirus son una gran fuente de preocupación.
Las autoridades aceptarán como prueba certificados oficiales de que los visitantes fueron vacunados al menos 14 días antes del viaje o que superaron una infección por COVID-19 en los últimos seis meses.
Los certificados pueden estar en español, inglés, francés o alemán, o sus traducciones equivalentes en español, según la orden del gobierno.
Las vacunas aceptadas son las aprobadas por el regulador europeo de medicamentos: Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson, así como dos vacunas chinas autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Sinopharm y Sinovac.
Los mismos documentos serán válidos para los visitantes de la UE hasta que el bloque obtenga su “Certificado Verde Digital” que algunos han denominado pasaporte de vacuna para viajar.