20 de mayo de 2024 8:22 AM

¿Es un buen momento para comprar bienes duraderos?

La Reserva Federal anunció la posibilidad de dos nuevas subidas de tasas de interés antes de que concluya el 2023, tras nuevas y altas cifras de creación empleos.

Después de dos años con una inflación altísima para la economía de Estados Unidos, cuya cúspide terminó en 9,1% en junio del 2022, la Reserva Federal (Fed o Banco Central) anunció la posibilidad de dos aumentos adicionales antes de que finalice este año.

La idea se reafirmó luego de la publicación de las altas cifras recientes de empleo en el país, algo que no esperaba el Banco Central, después de más de un año de batalla contra los niveles inflacionarios y contra la resistencia del mercado laboral.

Los empleadores indicaron que existían 9,8 millones de puestos de trabajo vacantes en mayo en toda la nación, comparado con 10,3 millones en abril, informó el Departamento de Trabajo. Mientras, la creación de empleos en vez de disminuir drásticamente, ha ido en ascenso en los últimos dos meses.

“Las presiones inflacionarias siguen altas y el proceso de regresar la tasa de inflación al 2% tiene un largo camino por recorrer”, explicó el presidente de la Fed, Jerome Powell, durante dos días de testimonio en el Capitolio en Washington.

La presentación de un informe semestral de la Fed ante la Cámara Baja y el Senado ocurrió poco después de que el Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal (FOMC) votara a favor de mantener las tasas de interés estables, tras 10 aumentos consecutivos en poco más de un año.

“Casi todos los participantes del FOMC anticipan que será apropiado aumentar un poco más las tasas de interés antes de que finalice el año”, señaló el jefe del Banco Central ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.

Prevén más alzas de tasas de interés

Algunos expertos vaticinaron que el fin de los incrementos de las tasas de interés había llegado, pero las declaraciones de Powell enfriaron esas perspectivas.

Los pasos de la Fed continúan encareciendo los préstamos individuales, empresariales y de inversiones, además de pagar más al comprar bienes duraderos como vehículos, electrodomésticos, propiedades, equipos pesados de construcción, barcos e inversiones, etc.

Aún la inflación en EEUU sigue elevada, según las instituciones del gobierno federal encargadas de medir los registros mes por mes. Sin embargo, los consumidores ven con escepticismo esos datos, porque en la realidad los precios han continuado subiendo, ligeramente, pero siempre en ascenso. No se explican que ahora la inflación en mayo descendiera al 5,1% desde el 5,3% el mes anterior.

Casi dos de cada tres consumidores en EEUU (un 64%) llegan con lo justo a fin de mes, pero más de un 48% concluye las cuatro semanas sin dinero, según estudios citados por la agencia Bloomberg.

Los datos resultan alarmantes en la economía más poderosa del planeta y demuestra la degradación del poder adquisitivo de los estadounidenses, en especial en los últimos casi tres años.

En su más reciente reunión, la Fed decidió mantener en 5,0%-5,25% la tasa referencial, después de 10 alzas consecutivas desde marzo de 2022 hasta mayo del 2023.

En febrero del año anterior la tasa federal era de 0%-0,25%, una de las efectivas medidas de la administración Trump para contrarrestar los efectos de la pandemia de COVID-19 y recuperar la economía lo antes posible.

Casi la totalidad de esas acciones fueron revertidas por el gobierno de Biden mediante 75 órdenes ejecutivas en los primeros 20 días de mandato.

Como anticiparon algunos analistas, la Reserva Federal busca ahora no propiciar una agudización de los problemas económicos que enfrenta EEUU, a pesar del desbordado optimismo de los grandes medios nacionales de prensa consagrados a la izquierda.

Datos puntuales

El mercado laboral sigue resistente gracias a los más de 9 millones de puestos de trabajo aún disponibles en todo el país y que llegó a los 11,9 millones. De esa cifra, casi 7 millones fueron creados durante el gobierno del expresidente Donald Trump y es lo que ha propiciado una tasa de desempleo por debajo del 4%. Sin embargo, en los últimos dos meses ha dado señales de debilitamiento.

La confianza de los consumidores, por su parte, se mantiene en niveles históricamente muy bajos.

Powell busca equilibrar las demandas contrapuestas de los funcionarios de la Reserva Federal que por un lado exigen continuar el aumento de tasas y por el otro consideran que el Banco Central ha hecho suficiente.

Lo que no explican expertos y la prensa de tendencia liberal es que la Reserva Federal estuvo indiferente a la escalada de inflación durante más de un año, mientras observaba con insólita pasividad cómo los niveles inflacionarios ascendían mes por mes.

En una aparente complicidad con la administración de Joe Biden, Powell y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, reiteraron en varias ocasiones que no había motivos para preocuparse, porque el “incremento de precios era temporal”.

Esta actitud, junto a la guerra de la Casa Blanca contra la industria estadounidense del petróleo con su política de cambio climático, fueron causas principales para que los precios en EEUU se tornaran desorbitantes y desencadenaran la peor inflación en cinco décadas.

El enfoque en los aumentos de las tasas de interés ha sido el arma de la Fed para combatir la inflación y ha causado que la actividad manufactura se encuentre desde hace 9 meses en una histórica contracción en las dos principales referencias del país (Nueva York y Filadelfia), además de un déficit comercial que se disparó en mayo por encima de los 74.000 millones de dólares.

Las ventas de viviendas -previamente ocupadas- se desplomaron un 20,4% en comparación con mayo del año pasado. El dato marca 10 meses consecutivos de caídas anuales en las ventas de 20% o más. El declive anual fue más pronunciado en los mercados del oeste y el noreste del país, donde la adquisición de propiedades superó el 25%.

No ha ocurrido así en el caso de las ventas de casas nuevas, cuando en mayo se recuperaron un 12,2% respecto a abril y de casi el 20% comparado con igual período del 2022

Industria automotriz y mercado laboral

A pesar de las acciones tardías, pero agresivas de la Reserva Federal, la inflación se mantiene “muy por encima” del objetivo a mediano y largo plazo del 2%.

Contrasta también que algunos de los fabricantes de autos anunciaron un aumento de sus ventas trimestrales en EEUU.

El gigante General Motors (GM) registró una recuperación del 19% en sus entregas del segundo cuarto del año respecto a igual período del 2022, gracias a los resultados de su camioneta Sierra, el Chevrolet Trax, un utilitario deportivo más pequeño vendido a menor precio, y de su marca Cadillac.

Las estadísticas permitieron a GM acaparar un saldo positivo de 18,3% en sus ventas durante la primera mitad de 2023.

Toyota tuvo un incremento de 7,1% por su marca de lujo Lexus. En tanto el conglomerado Stellantis reportó un alza del 6% por las camionetas Ram.

Lo anterior demuestra que la necesidad de los consumidores ha rebasado las preocupaciones de las altas tasas de interés en los créditos.

Un gran por ciento de los conductores en el país manejan autos rentados (lease) que deben entregarse cada 36 meses regularmente, lo que mantiene al consumidor atrapado entre bajos o altos precios y la obligación de contar con un vehículo para ir a trabajar; y no por el cuestionable análisis de que los compradores cuentan con un entusiasmo inagotable.

Los stocks de autos nuevos en EEUU crecieron más del 70% en junio respecto al 2022, según Cox Automotive, otra razón de peso en el incremento de las ventas.

“Los consumidores encontraron la forma de comprar nuevos vehículos”, resumió el economista Jonathan Smoke, de Cox. Y es cierto, pero a precios nunca vistos que cercenan el nivel de vida de los estadounidenses, para quienes las palabras ahorros, vacaciones o gustos se tornan cada vez más inalcanzables, con una capacidad adquisitiva que ha descendido más de un 28% en los últimos dos años y medio.

SF

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