Primero perdió su casa, luego la casa que su padre construyó y después desapareció su puesto de lotería y ferretería.
Sur Florida / apnews
Finalmente, Antonio Álvarez tuvo que ver cómo la lava de una erupción volcánica lentamente devoraba el pilar restante del patrimonio familiar: las 5 hectáreas (12 acres) que destinó para cosechar el plátano de las islas Canarias que durante generaciones ha dado sustento agrícola al archipiélago del océano Atlántico.
“(Mi papá) me decía siempre que no hiciera la casa tan grande, ‘que la casa no te va a dar plata. Invierte en plátanos, que los plátanos te van a dar casa ‘. Y es cierto ”, dijo Álvarez. “Cuando yo estaba grabando lo de (la destrucción de la casa) de mi padre, era como si se muriera mi padre otra vez”.
Álvarez, de 54 años, es uno de los miles de agricultores y trabajadores de la isla española de La Palma cuyos sustentos están en riesgo debido a la destrucción causada por el volcán que sigue en erupción desde el 19 de septiembre.
El gobierno regional de las islas Canarias, un archipiélago que incluye La Palma ubicado en la costa noroeste de África, calcula que el volcán ya causó 100 millones de euros (116 millones de dólares) en pérdidas para la industria bananera de la isla. Más de 158 hectáreas de tierra usada para cosechar plátanos quedaron cubiertas de lava y más de 300 hectáreas adicionales quedaron inaccesibles luego de que vialidades en el lado oeste de la isla fueron envueltas en lava.
La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias, ASPROCAN, estima que aproximadamente 1.500 de los 5.000 propietarios de plantaciones plataneras han sido afectados. La mayoría tienen pequeñas parcelas o algunas hectáreas. Muchos, como Álvarez, vieron cómo su tierra se incendió y destruyó. Otros han perdido sus cosechas porque no pueden llegar a sus árboles y el producto de muchos otros ya no se puede comercializar porque la ceniza volcánica arruinó la cáscara del plátano.
Ha sido una conmoción para una industria que proporciona 30% de la vida económica de la isla, según estadísticas del gobierno regional. Hay empresas enteras dedicadas a empaquetar y transportar la fruta que, junto con el turismo, mantiene activa a La Palma.
“Estaban hablando de que había un 10% de la isla, el 10% de la economía de la isla estaba allí. Yo creo que mucho más, porque es todo esto, no es lo que se llevó. No es la platanera, no son los apartamentos, no son las casas rurales. No, no, no es esto. Nos ha tocado todo esto ”, dijo Álvarez. “Pero nos pasó aquí, al 90% de los que vivimos aquí”.