El gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, está considerando un plan para proteger a más de un millón de inmigrantes de Honduras y Guatemala de la deportación después de que los países fueran azotados por huracanes en noviembre, dijeron a Reuters tres personas familiarizadas con el asunto.
Sur Florida / Reuters
El equipo de transición de Biden está sopesando la posibilidad de otorgarles el Estatus de Protección Temporal (TPS).
El programa permite a las personas que ya se encuentran en Estados Unidos al momento de la designación permanecer y trabajar legalmente si sus países de origen se han visto afectados por desastres naturales, conflictos armados u otros eventos que impidan su regreso seguro. Las designaciones duran de seis a 18 meses y pueden renovarse.
El TPS cubre tanto a inmigrantes en Estados Unidos que están ilegalmente y a aquellos con visas legales, e impide que se elija a ciertos solicitantes con condenas penales y aquellos considerados amenazas a la seguridad.
“Están investigando el TPS de la misma manera que están investigando una serie de cosas para decidir el curso de acción”, dijo una de las fuentes, que solicitaron el anonimato. “Las circunstancias en terreno ciertamente lo justifican”.
Un portavoz del equipo de transición se negó a comentar.
Si el Gobierno demócrata de Biden otorga el TPS a hondureños y guatemaltecos, representaría una gran expansión del programa y el mayor uso de esa autoridad en décadas. La discusión sobre el tema marca un cambio radical respecto al mandato de Donald Trump.
El republicano intentó eliminar la mayoría de las inscripciones en el programa TPS, argumentando que los países se habían recuperado de desastres naturales que ocurrieron hace años o décadas, pero los tribunales federales retrasaron las cancelaciones y las protecciones permanecerán vigentes al menos hasta octubre de 2021.
Si Biden ofrece nuevas protecciones de TPS a hondureños y guatemaltecos, podría entusiasmar a los demócratas liberales, pero se arriesgaría a las críticas de los republicanos que respaldan el enfoque más estricto de Trump hacia la inmigración, lo que dificulta que se apruebe el proyecto que planea presentar al inicio de su mandato.
Los funcionarios fronterizos de Estados Unidos también están preocupados por los efectos de un gran aumento de la migración en medio de la pandemia de coronavirus, algo que podría exacerbarse si se habla de nuevas designaciones de TPS, dijo Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, un sindicato de agentes de la fuerza.
Los dos huracanes que azotaron Centroamérica en noviembre, Eta e Iota, dejaron más de 100 muertos en Honduras y obligaron a unas 300.000 personas a ser evacuadas de sus hogares. Más de 125.000 siguen viviendo en refugios, según el gobierno local.
En Guatemala, las tormentas mataron a decenas de personas, destruyeron carreteras, puentes y otras infraestructuras, e inundaron franjas de tierras agrícolas en un país azotado por una creciente crisis alimentaria.
Los gobiernos de Honduras y Guatemala han pedido a Estados Unidos que emita nuevas designaciones de TPS para sus ciudadanos en Estados Unidos.
Aproximadamente 411,000 personas de diferentes nacionalidades tienen protecciones de TPS, de acuerdo a datos oficiales de 2019.
Unos 79.000 hondureños están inscritos en el programa bajo una designación de 1999 emitida por el gobierno del presidente demócrata Bill Clinton. Sin embargo, para ser elegibles, los hondureños deben haber residido en Estados Unidos para el 30 de diciembre de 1998 o antes.