El sector de servicios en Estados Unidos, donde está empleada la mayoría de la población, protagonizó un crecimiento récord en marzo debido a que la demanda de los consumidores aumenta ante el levantamiento de las restricciones contra el coronavirus.
Sur Florida / Sun-Sentinel
El Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés) reportó el lunes que su índice para la actividad no manufacturera alcanzó la cifra inédita de 63,7 en marzo comparado con 55,3 en febrero. El récord anterior, fijado en octubre de 2018, fue de 60,9.
Los nuevos pedidos también tuvieron un récord, y se incrementaron también las contrataciones y los precios.
Toda lectura por encima de 50 indica crecimiento, y el sector servicios lleva 10 meses en expansión desde que se ha ido recuperando del impacto económico de la pandemia.
La cifra de marzo fue mucho mayor a la estimada por los economistas.
Los datos surgen en momentos en que se han estado levantando las restricciones sanitarias impuestas para frenar la propagación del coronavirus.
Muchos ciudadanos están nuevamente saliendo a restaurantes o de compras.
El plan de rescate económico por 1,9 billones de dólares impulsado por el presidente Joe Biden está estimulando la demanda de servicios y provocando mayor crecimiento económico.
“Todos los factores están surgiendo en el momento apropiado: más vacunas, reaperturas de comercios y una histórica expansión fiscal”.
Dice un boletín redactado por los economistas Oren Klachkin y Gregory Daco, de Oxford Economics.
Si bien el tema de la manufactura suele ser el foco de debates sobre políticas económicas, es el sector de servicios —
que incluye negocios como bancos, tiendas, restaurantes y hoteles— abarca el 71% de todos los empleos en Estados Unidos.