El príncipe Felipe, de 99 años, esposo de la reina Isabel II, abandonó el lunes el hospital King Edward VII de Londres, donde fue tratado durante casi dos semanas, para ser sometido a exámenes cardíacos en otro centro de la capital, informó la Casa Real.
Sur Florida / Infobae
“El duque de Edimburgo ha sido trasladado hoy del hospital King Edward VII al hospital St Bartholomew, donde los médicos seguirán tratándole por una infección, además de realizarle pruebas y observaciones por trastornos cardíacos preexistentes”, precisó el Palacio de Buckingham en un comunicado.
El príncipe ingresó al hospital privado Rey Eduardo VII el mes pasado después de sentirse enfermo. El malestar no estaba relacionado con el coronavirus y las autoridades reales dijeron que solo fue por precaución.
El palacio informó que Felipe “permanece cómodo y está respondiendo al tratamiento, pero se espera que permanezca en el hospital por lo menos hasta que termine la semana”.
Felipe ha requerido tratamiento hospitalario varias veces en la última década por la recurrencia de una infección de la vejiga y fue operado para despejar una arteria bloqueada del corazón luego de sufrir dolor en el pecho.
La hospitalización de Felipe, quien ha sido el confidente de la reina durante sus 69 años de reinado y el patriarca de la familia, priva a la monarca de sus consejos. Sin embargo, el príncipe se retiró de la vida pública en 2017 y muchos de sus roles oficiales fueron asumidos por otros miembros de la familia.
Nacido en Corfú en 1921, fue príncipe de Grecia y Dinamarca y vivió una difícil infancia, pero encontró su lugar en la Royal Navy donde llegó a ser uno de los tenientes más jóvenes en la historia de la institución hasta su retirada tras el ascenso de Isabel II al trono.