Se esperaba que pasaran la Nochevieja en Mar-a-Lago pero Donald y Melania Trump adelantaron su regreso a Washington antes de lo previsto cancelando su presencia en la gala que anualmente se celebra en su club privado de Palm Beach, en Florida. Este año también ha habido festejo a pesar de que las circunstancias lo desaconsejan, pero ellos no han estado. El mismo 31 de diciembre llegaron a la Casa Blanca, de donde los Trump tendrán que salir en solo unos días a pesar de la resistencia del todavía presidente de los Estados Unidos. Para una de esas últimas veces en las que veremos a Melania bajar del Air Force One recorriendo el trayecto que la llevan a la residencia presidencial, ha escogido un estilismo muy poco habitual en ella: un abrigo extragrande de color gris con estampado de cuadros príncipe de Gales perteneciente a la colección Otoño/Invierno 2019 de Balenciaga firmada por Demna Gvasalia y unas botas planas de Dior.
Sur Florida/Vanity Fair
La primera dama no suele usar prendas tan voluminosas como este abrigo, aunque recientemente ha llevado otro similar para recibir el árbol de Navidad de la Casa Blanca. Sin embargo, entonces lo combinó con unas botas de tacón alto que estilizaban su figura logrando una imagen bastante distinta a la de ahora.
El abrigo largo de enorme cuello que la primera dama ha lucido elevado en la parte posterior ha cambiado de manera importante también el aspecto de su melena más despeinada y natural que de costumbre. Con guantes de Bottega Veneta de cuero negro y gafas de sol de Saint Laurent, ha logrado un sorprendente y espectacular estilismo para una de las últimas veces que la veremos haciendo este recorrido como primera dama de los Estados Unidos. El día 20 Joe Biden tomará posesión como presidente y Jill Biden sucederá a Melania.