23 de diciembre de 2024 7:03 AM

El receptor que jugó de quarterback en el debut más insólito de la historia de la NFL

Lo que le sucedió a los Broncos de la NFL el pasado domingo es un caso único que sólo podía darse bajo las actuales circunstancias sanitarias en las que vivimos. Ni siquiera es equiparable a que un equipo de fútbol o de balonmano, por ejemplo, pierda a sus porteros y no tenga sustitutos. Jugar sin quarterbacks al football simplemente no tiene sentido y simplemente se trata de perder por la mínima diferencia posible.

Sur Florida/Marca

Perder a los jugadores que no sólo son tus mejores lanzadores sino que tienen memorizadas decenas de jugadas para lograr abrir las defensas rivales, es mucho más que un drama para este juego. Una situación que incluso invitaba a aplazar un partido, el de Broncos contra Saints, pero no sucedió así porque los de Denver se habían saltado las normas anticovid, y se pueden dar por satisfechos de haber perdido sólo por 31-3.

Lo que sucedió es que durante la semana, el quarterback Jeff Driskel dio positivo en covid. Luego, la NFL supo gracias a un vídeo que éste había estado junto a los otros QB del equipo, Drew Lock (el titular), Brett Rypien y Blake Bortles, sin que ninguno usara mascarilla. Al no cumplir con los protocolos de seguridad, fueron considerados contactos estrechos y la liga se negó a aplazar el partido entre Denver y Nueva Orleans.

Drew Lock incluso emitió un comunicado en el que pedía disculpas, pues lo habían ‘cazado’ y, en definitiva, el equipo que le paga quedaba muy perjudicado. El plan C pasó a llamarse Kendall Hinton, uno de los receptores del ‘practice squad’ (equipo de prácticas), que jugó tres años en la universidad de Wake Forest con algunos partidos como QB hasta que cambió de rol para ser receptor. Hinton, de los denominados ‘slot receivers’ (rápidos, bajos y con poco cuerpo habitualmente) salió de titular en su debut en la NFL y sólo completó uno de nueve pases (13 yardas), recibiendo dos intercepciones.

Broncos optó sobre todo por un pase inicial a un corredor en lugar de al quarterback, algo que no era nuevo para ellos, pues muchas veces han buscado sorprender con Melvin Gordon y Phillip Lindsay, pero que esta vez era una táctica, la de jugar a carrera, bastante predecible.

Kendall Hinton, uno de esos jugadores a los que los equipos mandan a los bolos que hacen por las escuelas, de repente se convirtió en el foco de atención de la NFL. Vic Fangio, su entrenador, admitió que el chico estaba “emocionado por la oportunidad”, pero que, “con tres o cuatro horas para prepararlo, no funcionó la idea”. Lo curioso es que el joven de 23 años estaba casi de casualidad en la plantilla, pues había sido despedido en septiembre y recontratado en noviembre.

Sin embargo, Hinton pasará a la historia y para él ya resulta inolvidable la experiencia: “Puedo decir fácilmente que fueron las 24 horas más agitadas de mi vida. Cuando recibí la llamada había pura emoción dentro de mí. Por supuesto, que había nervios e incredulidad, pero los ánimos que el equipo me dio lo hicieron mucho más fácil”, dijo Kendall.

Denver, por cierto, se convirtió en el primer equipo con más intercepciones que conversiones en un partido desde los Chargers en 1998. “Quizá no fue divertido por el resultado y no diría que así es como lo planeé en mis sueños. Pero tener esta oportunidad y esta experiencia ha sido increíble”, decía el QB improvisado, que ya tendrá una gran anécdota que contar en los colegios.

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