16 de mayo de 2024 9:45 AM

El mantra del Heat lo convierte en un equipo único en Miami

El mantra del Heat lo convierte en un equipo único en Miami. Lo del Heat de Miami es excepcional. Ningún equipo en el sur de la Florida ha logrado lo que esta franquicia de la NBA comandada por su presidente Pat Riley y su ahora entrenador Erik Spoelstra: llegar por octava vez a la final de su conferencia.

Sur Florida / Diario Las Américas

El Heat consiguió esa hazaña al eliminar 4-1 en las semifinales de la Conferencia Este a los Bucks de Milwaukee, el mejor equipo de la temporada regular de la NBA de manera consecutiva en los dos últimos años.

Hay un mantra en el Heat que ha sido vital para establecer una cultura ganadora en el club que se fundó en 1988 y que es propiedad de la familia Arison, dueños de los cruceros Carnival.

Esa tradición sagrada se resume en pocas palabras que, incluso, el Heat las tiene impresas en una de las camisetas que ofrece a sus aficionados: Es el equipo que trabaja más duro, el que mejor se prepara físicamente, el más profesional, el que tiene los jugadores menos egoístas, los más implacables y desagradables en la NBA.

Cuando un jugador pretende incorporarse al Heat lo primero que le dicen es: “Si no trabajas muy duro es imposible que llegues a la NBA. Y si trabajas muy duro nada te garantiza que te quedes en la NBA”.

Pat Riley, de 75 años, quien en total ganó 10 anillos de campeón en la NBA, es el impulsor de esta filosofía y ha encontrado en su protegido Spoelstra el hombre que mejor interpreta sus ideas.

El Heat es un equipo batallador, implacable y resistente, pero además posee talento. Suma juventud y experiencia. Balancea el entusiasmo con el conocimiento. Y todo lo hace con mucha reflexión. Es cierto, en el Heat hay mucho esfuerzo, pero no poco cerebro.

Muy bien puede considerarse ahora que el Heat se ha inspirado en aquellos grandiosos equipos de los Warriors de Golden State y, gracias a ello, el quinteto de Miami se convirtió en una grata revelación en los actuales playoffs de la NBA.

Desde el 2014, el Heat no aparecía en la final de la Conferencia Este. Pudo lograrlo, entre otras virtudes, gracias a sus bombazos de larga distancia y a una defensiva casi impenetrable.

Los números de los tiradores de triples del conjunto dirigido por Spoelstra hacen recordar a los Warriors.

Jae Crawder tiró para un 43.1 por ciento contra los Bucks, y pese a que se incorporó al club en enero pasado parece como si estuviese ahí toda la vida.

El veinteañero Tyler Herro lanzó triples con el desparpajo de un experimentado para un promedio de 40 por ciento en las dos series iniciales de sus primeros playoffs.

El esloveno Goran Dragic y Jimmy Butler también suelen contribuir con sus bombazos sorpresivos.

Y Duncan Robinson tiró un promedio de 8.3 veces triples por partido y sus aciertos promediaron el 44.6 por ciento. En toda la historia de la NBA esos números solo los había puesto Stephen Curry, el superastro de los Warriors.

Esas cifras establecidas por el Heat y ese estilo de inmediato hacen saltar los nombres de Klay Thompson, Curry, Draymond Green y Kevin Durant, quienes durante múltiples temporadas convirtieron a los Warriors en un equipo no solo imbatible sino legendario.

Era difícil esperar tantas cosas buenas de una temporada irregular como la que se viene sosteniendo en tiempos de pandemia y muchos menos jugando en una burbuja con grandes limitaciones y poco entrenamiento. El Heat brilla en estas circunstancias y no es difícil predecir que su futuro es de los mejores.

De las ocho veces que el Heat llegó a las finales del Este, Spo estuvo en siete de ellas en sus diferentes capacidades, como coordinador de video, asistente del entrenador y luego al frente del equipo, y sabe lo difícil que es llegar a este nivel.

“Esta es la razón [llegar a la final] por la que contratamos a Jimmy Butler”, confesó el estratega. “Esta es la razón por la cual juntamos jóvenes con veteranos. Sumamos a Andre [Iguodala, exWarriors] y Jae [Crawder], y edificamos el equipo alrededor de Goran [Dragic] y Bam [Adebayo], y teníamos un núcleo joven. Con todos ellos queríamos hacer algo en los playoffs. No es fácil llegar a las finales de Conferencia, y no tomamos esto como si lo mereciéramos. Al contrario, estamos muy agradecidos por la oportunidad que nos toca”.

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