Se calcula que más de 20 millones de personas trabajan como influencers en todo el mundo. Por mucho que se hable de una burbuja a punto de estallar, algunos de estos youtubers, instagramers, tiktokers y demás reyes de las redes sociales tienen capacidad de marcar tendencia. El noruego Denis Suka lo acaba de demostrar en el exclusivo mundo de las grandes esloras.
Sur Florida / expansion
Suka lleva casi tres años subiendo imágenes de yates de lujo en su cuenta de Instagram (@theyachtmogul), donde ha conseguido reclutar hasta la fecha 373.000 seguidores. Y subiendo. Aunque su legión es pequeña comparada con la de los grandes ‘popes’ de Internet, ésta es suficiente para hacerse oír en el ecosistema náutico. Cada foto o vídeo en su cuenta recibe miles de likes y cientos de comentarios, generando más interés que las imágenes de los astilleros y estudios de diseño más prestigiosos.
Hasta aquí nada que no logre cualquier influencer que se precie. Mucho menos habitual es que un influente consiga un impacto mundial por haber presentado una creación propia para la que no tiene conocimientos suficientes.
Eso sí, para trazar la embarcación, la estrella náutica de Instagram se asoció con Bhushan Powar Design, el primer estudio de diseño de barcos de lujo de la India. El resultado es The Mogul Yacht y lo cierto es que ha llamado la atención de medios de comunicación y publicaciones especializadas de la talla de Forbes, Esquire, Boat International, Robb Report o la CNN.
El instagramer ha incorporado todo aquello que le seduce de las embarcaciones que comparte en redes sociales, descartado elementos y detalles que en su opinión no son funcionales ni estéticos. Algo así como cuando un niño garabatea su coche de ensueño, pero con la intención de ofrecer a la industria una creación diferente.
The Mongul Yacht tiene unas dimensiones de 90 metros de eslora por 13,5 de manga, un tamaño lejos del top10 de los yates privados más largos del mundo, pero que sí se adecua a los cánones actuales de barcos grandes. Y es que los armadores más adinerados quieren presumir de joya flotante amarrado en el interior de las marinas y no fuera, como ocurre con los grandes gigantes.
A la hora de crear el superyate, el influencer metido a diseñador aficionado tenía claro que el propietario debía tener un lugar privilegiado a bordo, circunstancia que no siempre ocurre en este tipo de embarcaciones, cuyas estancias se pierden en el laberinto de las entrañas. Así, el camarote del armador se encuentra en la cubierta superior y disfruta de vistas panorámicas de 180 grados hacia proa gracias a las paredes acristaladas que abarcan del suelo al techo, por lo que el dueño puede contemplar desde la cama cómo la proa afilada de la embarcación va cortando el mar. Dicha cabina se completa con una terraza privada con jacuzzi y con un acceso al helipuerto.
Otro elemento sugerente es la piscina infinita de 8 metros de largo ubicada en popa, justo por encima de un descomunal beach club, zona esta última donde también encontramos dos garajes repletos de juguetes acuáticos. Pero sobre todo hay muchas áreas sociales, tanto en el exterior como en el interior, para fiestas o simple esparcimiento.
Según aseguró Denis Suka a la CNN, ha recibido comentarios de potenciales compradores y ha mantenido conversaciones con otros diseñadores e ingenieros navales para pasar a la siguiente fase. Además, calcula que se necesitarán casi tres años para su construcción y sobre todo alguien con la posibilidad de gastarse cerca de 200 millones de dólares.
