Antes de empezar la temporada 2019-20 de la NBA, las casas de apuestas pagaban 75 por uno si el Heat de Miami llegaba a la Final.
Sur Florida / Diario Las Américas
Incluso, cuando el quinteto dirigido por el entrenador Erik Spoelstra se metió en los playoffs como quinto clasificado, se le consideraba como un underdog, es decir, no contaba con la preferencia ni de los entendidos ni de la opinión general.
El Heat, sin embargo, marchó de asombro en asombro y en estos momentos se encuentra, por sexta vez, en la Final de la liga de las estrellas del basquetbol, luego de eliminar en la postemporada a equipos con mejor récord, como los Pacers de Indiana (4tos), los Bucks de Milwaukee (1eros) y los Celtics de Boston (3eros).
Y en la finalísima contra los todopoderosos Lakers de Los Angeles de LeBron James, también son underdogs.
Luego de las performances del Heat contra rivales más pintados, muchos se preguntan si no ha sido una ligereza mirar por encima del hombro a los jugadores del conjunto de Miami, y quienes así lo hicieron, lo han pagado caro.
El éxito del Heat no se construyó recién en estos momentos, en la burbuja de Orlando, donde se desarrolla el campeonato de la NBA, luego de ser suspendido en marzo pasado por la pandemia.
Hay muchos años de trabajo, paciencia y sabiduría y el propio Spoelstra dio algunas luces de esta construcción luego de conquistar 4-2 sobre los Celtics el título de la Conferencia Este.
“Hace seis años, cuando el presidente del club, Pat Riley, contrató al esloveno Goran Dragic, le prometió que iba a formar un equipo contendor”, reveló Spo. “Y una a una, a lo largo de los años, fue juntando las piezas”.
Tras la derrota contra los Spurs de San Antonio, en la final de la NBA en 2014, LeBron anunció su salida del equipo.
Luego, Chris Bosch sufrió serios problemas de salud y no se pudo contar con él.
De los Tres Grandes solo quedaba en el equipo Dwyane Wade y esa temporada el Heat quedó a 23 juegos del campeón de la División Este, después de haber aparecido en cuatro Finales consecutivas.
En febrero del 2015, Dragic fue canjeado al Heat por los Suns de Phoenix y cinco meses después firmó un contrato por 90 millones de dólares y cinco años con el club de Miami.
Luego, Riley rodeó al esloveno con invalorables compañeros.
“Hace tres años escogimos a en primera ronda”, agregó Spo. “Y con él sumamos un jugador que impone el tono en la cancha e impacta para conseguir victorias”.
De esta manera, Riley iba armando su rompecabezas. La sabiduría de un hombre que completa los dedos de sus dos manos con 10 anillos de campeón de la NBA en diferentes capacidades, le permitió escoger con la precisión de un orfebre las piezas que le hacían falta.
En junio del 2019, el Heat seleccionó en primera ronda a Tyler Herro, entonces de 19 años, y en estos playoffs el escolta ha dejado una impresión tan sobresaliente que nadie hubiese imaginado que cuando las papas quemaban, este joven tuviera la sangre fría de un veterano para bombardear, certeramente desde larga distancia, a sus enemigos.
Un mes después, Riley incorporaba a Jimmy Buttler a su banda.
“Antes de firmar el contrato fuimos a cenar con Jimmy y Pat [Riley]”, comentó Spo. “Luego de 20 minutos entendimos que estábamos todos en la misma página. Pat entonces se animó y le dijo de frente. ‘Queremos ganar ahora, no mañana. Ahora’”.
Duncan Robinson había sido reclutado por el Heat como agente libre no seleccionado en el Draft de la NBA en el 2018 y poco a poco iba ganando confianza en el equipo.
El 6 de febrero pasado, el Heat sumó dos veteranos fundamentales: Jae Crowder y Andre Iguodala, este último, tricampeón de la NBA con los Warriors de Golden State.
Riley tenía lo que quería y los resultados vienen dándole la razón ampliamente. Spo es su excepcional intérprete y ha puesto en la cancha lo que predica el viejo gurú.
“Este grupo no es de estadísticas, sino de jugadores que quieren competir”, sentenció Spo. “Por eso adoro y admiro ser parte de este grupo”.
