El presidente electo Joe Biden se comprometió a poner fin a la construcción del emblemático muro fronterizo de su predecesor, pero detener el proyecto en curso de miles de millones de dólares será un proceso arduo, complejo y potencialmente costoso.
Sur Florida/CNN
Su administración enfrentará demandas por el financiamiento del muro, enfrentará preguntas sobre el mantenimiento de las barreras construidas durante los últimos cuatro años y tendrá que lidiar con terrenos privados que fueron desviados para futuras construcciones. Se han completado alrededor de 667 kilómetros de construcción de muros, de los cuales aproximadamente 568 están reemplazando muros o barreras viejas y en ruinas, al 27 de noviembre, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés). La administración avanza rápidamente con su objetivo declarado de construir 724 kilómetros para fines de este año, con contratistas trabajando las 24 horas.
La promesa de Biden de detener la construcción ya ha provocado discusiones entre los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza sobre lo que ocurriría en ese evento, particularmente si se recortan los fondos, según un funcionario de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
El muro fronterizo será uno de los legados duraderos del presidente Donald Trump. El presidente tomó medidas sin precedentes para construir barreras adicionales en la frontera suroeste, declarando una emergencia nacional para tomar dinero del Departamento de Defensa para pagar el muro, desafiando al Congreso. Su administración también renunció a numerosas leyes ambientales y contractuales para acelerar la construcción, así como entabló decenas de demandas en rápida sucesión para apoderarse de tierras privadas en la frontera.
«El presidente electo Biden pondrá fin a la llamada ‘emergencia nacional’ de Trump y dejará de robar dinero de nuestro ejército y pondrá fin a las demandas para apoderarse de tierras de los estadounidenses que viven en la frontera», dijo un portavoz de transición.
Biden sostuvo en agosto que «no se construirá ni un pie de muro en mi administración».
En los últimos días de la presidencia de Trump, la administración se apresuró a impulsar nuevas reglas de inmigración que estaban en proceso y acelerar temas de la agenda, incluida la construcción del muro.
Aduanas y Protección Fronteriza y el equipo de Biden comenzaron las conversaciones de transición, aunque todavía no ha habido discusiones entre los dos sobre el muro, según se enteró CNN. Se espera que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU., que proporciona dirección y supervisión de proyectos fronterizos, y los funcionarios del Ejército se reúnan con la transición la próxima semana, dijo un funcionario de EE.UU. a CNN.
La esperanza de Biden de terminar con la construcción del muro puede no ser barata
Hay costos incurridos antes de que comience la construcción, como costos de planificación, adquisición de terrenos y gastos de fabricación y equipos de pre-posicionamiento. Si se rescinden los contratos, también puede ser necesario pagar los costos asociados con la limpieza, la desmovilización y la posible restauración de la tierra por razones ambientales y de seguridad.
El gobierno tiene una autoridad de larga data para rescindir contratos, pero hacerlo tiene un costo, según los expertos en contratación. «Los contratistas esperarán acuerdos favorables. Lo último que quiere el gobierno es tener una negociación larga, prolongada y difícil con un contratista que dice que no tiene culpa», dijo Charles Tiefer, profesor de derecho de contratación del gobierno en la Universidad de Baltimore.
Del total de 46 proyectos de infraestructura de barreras fronterizas que el Cuerpo del Ejército ejecuta para la construcción con fondos del Pentágono y del DHS, 37 proyectos están en curso, 8 proyectos están terminados y 1 proyecto está suspendido en espera de la resolución de una protesta, indicó Raini W. Brunson, portavoz del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU.
«Como regla general, la cláusula de rescisión permite al gobierno ejercer su derecho a rescindir el contrato para su conveniencia. Sin embargo, si se rescinde por conveniencia, el contratista tiene derecho a presentar una solicitud de costos de liquidación de rescisión», aseguró Brunson.
La capacidad de rescindir por «conveniencia» es amplia y el gobierno tiene mucha discreción, dijo Kara Sacilotto, socia en la práctica de contratos gubernamentales de la firma Wiley Rein. Tiefer se hizo eco de eso y agregó que el gobierno también tiene la opción de rescindir parcialmente un contrato, lo que significa que parte de un proyecto podría continuar, mientras que otra parte está detenida.
En última instancia, los costos dependerán del tamaño del contrato y de la parte del proyecto que se haya completado hasta el momento.
El representante demócrata de Texas Henry Cuellar argumentó que a largo plazo el costo palidecerá en comparación con los «miles de millones de dólares que se desperdiciarán en una solución del siglo XIV», señalando que los fondos se utilizarán en cambio para tecnología y personal.
Cuellar le dijo a CNN que planea enviar una carta a Biden, junto con otros legisladores, instando a su equipo a priorizar de inmediato la terminación de la declaración de emergencia nacional, desestimar las demandas de confiscación de tierras, rescindir los contratos del muro y rescindir las exenciones ambientales.
Las preguntas sobre qué sucede con los bienes raíces adquiridos y quién maneja el mantenimiento dado que algunas barreras fueron construidas con dinero del DHS y otras fueron financiadas por el Departamento de Defensa también permanecen, según el funcionario estadounidense. Sin embargo, el enfoque ahora es llegar a la meta de la administración de 724 kilómetros para fin de año, agregó el funcionario.
«CBP continúa con la construcción de un nuevo sistema de muro fronterizo con fondos que se han recibido hasta el año fiscal (AF) 2020», afirmó un portavoz de la agencia a CNN en un comunicado, argumentando que las barreras fronterizas «han demostrado ser un componente crítico en obtener el control operativo de la frontera y permitir una mayor eficiencia de la mano de obra».
Tecnología y detener la emergencia nacional
El presidente electo, que anteriormente apoyó las barreras fronterizas, se ha comprometido a invertir en tecnología e infraestructura para asegurar la frontera, poniendo énfasis en la tecnología, que ha obtenido más apoyo de los demócratas que las barreras físicas.
Su plataforma actual aboga por poner fin a la declaración de emergencia nacional de Trump y dirigir los recursos federales a «esfuerzos de control fronterizo inteligentes». Pero Biden aún tendrá que lidiar con las formas en que la administración actual se ha movido para construir barreras, incluidas las diferentes corrientes de financiamiento que han alimentado demandas en todo el país de los estados, grupos ambientalistas y comunidades fronterizas.
La Corte Suprema señaló en octubre que se ocuparía de un caso del muro fronterizo relacionado con los intentos de la administración de Trump de transferir fondos del Pentágono para construir barreras adicionales a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. En el centro de las demandas está la acusación de que la administración de Trump eludió al Congreso para obtener dinero para el muro.
Un funcionario de CBP le dijo a CNN que la agencia anticipa que se completarán las secciones del muro que ya están en construcción. «No tiene sentido deshacer» proyectos que están en marcha, afirmó el funcionario. «Lo que está en el proceso mantendrá el rumbo, y luego comenzarán a eliminar gradualmente cualquier cosa más allá de eso en el futuro», dijo el funcionario, prediciendo cómo manejará el muro la nueva administración.
Habrá «diferentes escenarios» con base en el estado de la construcción en determinadas regiones de la frontera, pero «obviamente no hay apetito» en la nueva administración para continuar con el impulso del muro fronterizo, agregó el funcionario.
Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de Patrulla Fronteriza, que respaldó a Trump, dijo que «sería un gran error» que la administración de Biden detuviera la construcción a mitad de camino.
«Si él (Biden) quiere seguridad fronteriza, entonces debería continuar terminando el muro en los lugares donde la administración Trump ha estado construyendo», dijo, abogando por que la construcción continúe en «lugares estratégicos» que, según él, ayudarán a los agentes a asegurar la frontera.
Más de 160 demandas contra terratenientes
Es imperativo cuán rápido actúe la administración entrante, argumentó Ricky Garza, abogado del Texas Civil Rights Project, un grupo de defensa legal, que actualmente representa casos de confiscación de tierras de terratenientes. «Lo que vimos, infortunadamente, fue casi todo, si no todo, la cerca que comenzó bajo Bush siguió bajo Obama», dijo, refiriéndose a la legislación firmada bajo el presidente George W. Bush que autorizó 1.126 kilómetros de cerca de doble capa en la frontera.
Desde que Trump asumió el cargo, se han presentado más de 160 demandas contra terratenientes para confiscar propiedades para construir el muro fronterizo, según Garza. La gran mayoría de todas las demandas presentadas durante los años de Trump se presentaron este año.
«Los clientes están extremadamente ansiosos en este momento», aseguró Garza, refiriéndose a los terratenientes cuya propiedad está en riesgo de ser arrebatada. «Creo que es difícil porque entendemos la realidad más amplia de que todo esto podría desaparecer, pero al mismo tiempo, en cada caso individual, no hay ningún reconocimiento en los documentos judiciales del gobierno de que las cosas podrían cambiar. Esto es una prioridad».
Incluso si Biden detiene la construcción, hay más de 643 kilómetros de barrera de bolardos de 5,4 a 9,1 metros de altura a lo largo de la frontera suroeste para mantener.
«El gasto real, incluso después de la construcción del muro, está en el mantenimiento», dijo Gil Kerlikowske, excomisionado de CBP que sirvió en la administración de Obama con la elección de Biden en el cargo de secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. «Es un gasto enorme», detalló, y agregó que durante su tiempo la agencia gastó millones de dólares para reparar las barreras si había, por ejemplo, una inundación o contrabandistas entrando por ellas.
«Este es el costo continuo de mantenimiento a largo plazo que esta administración realmente no ha mencionado al público contribuyente», afirmó Kerlikowske sobre la administración de Trump.