10 de mayo de 2024 5:46 AM

El artista cubano Fredy Villamil pinta de color la ciudad de Hialeah

Tras pasar por la Pequeña Habana y el distrito del arte de Bird Road, el artista cubano Fredy Villamil quiso instalar su estudio en Hialeah, porque encontró en esa ciudad el calor humano que había dejado atrás en su pueblo natal de San Antonio de los Baños, en Cuba.

SurFlorida – Diario Las Américas

Por eso, el pintor no vaciló ante la propuesta del alcalde, Carlos Hernández, para impregnar la ciudad que progresa con su arte, que se caracteriza, más allá del estilo y la técnica que se pueden apreciar a simple vista, por contener un sentido de nostalgia y pertenencia.

El artista cubano se mudo a Hialeah

Hace seis años Villamil se mudó a Hialeah. A su llegada se dedicó a dar color a la biblioteca pública John F. Kennedy.

Y en los últimos dos años ha estado enfrascado en la creación de una pelicular ruta que distingue a la ciudad del resto y que es conocida como la ruta de los flamingos (flamencos).

“Hace unos cuatro años y medio Carlos Hernández llegó a mi estudio, que estaba en Bird Road y me hizo la propuesta de venir a ser parte de la familia de la ciudad de Hialeah”.

A mí, de cierta forma, me interesaba porque aquí no había un distrito de arte, no existía arte para la comunidad, y veía a esta comunidad latina bastante virgen en ese aspecto”, contó Fredy Villamil a DIARIO LAS AMÉRICAS.

El artista cubano Fredy Villamil

“A los tres días, le di la respuesta de que sí me interesaba venir para la ciudad que progresa”.

“Empecé haciendo unos murales en el Jardín del Arte, que antiguamente era un basurero, y donde en estos momentos hay obras de muchos artistas que radican acá y en otros lugares.”, agregó.

Su primer mural en Florida

Su primer mural en el Jardín del Arte, ubicado en 1850 W 76 St., se inauguró en octubre de 2015, luego de ganarse la aceptación del público, y también a pedido de la ciudad, incorporó el segundo.

Y luego puso manos a la obra para cambiarle la cara a la biblioteca pública ubicada en la calle 49 del oeste, una de las arterias principales de Hialeah.

“Meses después me puse a estudiar este tipo de trabajo que han hecho los grandes y me doy cuenta de que teníamos una biblioteca sin nada de arte”.

“Y en casi todas las bibliotecas importantes del mundo hay murales de Miró, por ejemplo, de Picasso o de Chagall, proyectos muy lindos. Y yo quería también hacer algo que marcara y dejara una huella”, recordó.

La ruta de los flamingos 

Pero los flamingos de 7 pies de altura en fiberglass (fibra de vidrio) que dispersó por Hialeah serían la cereza del cake en su esfuerzo por expandir su arte por la ciudad. Para ello se valió del talento de otros artistas que sumaron su sello a la ruta marcada por el flamenco, ave que también simboliza al Estado del Sol.

“Ya el entorno estaba cogiendo más colores y me propuse realizar un estudio, como los gallos pertenecen a la Pequeña Habana y los pavos reales a Coconut Grove, el ave de Hialeah es el flamingo.Además, los primeros flamingos que entraron al sur de la florida los trajeron de Cuba, también emigraron, que es una característica bastante peculiar y que me identifica. Y le propuse al alcalde crear una ruta con flamingos pintados por diferentes artistas”, expuso.

Se trata de unos 30 flamencos, de los cuales Villamil pintó 20, y encomendó el resto a manos de otros artistas.

Su arte representa

“En la actualidad tengo alrededor de 30 flamingos, en los que represento lo que es la emigración, la nostalgia, el pueblo que dejamos atrás, un simbolismo bastante barroco como lo trato de representar”, agregó.

Participaron también en la realización de la ruta Osmar Reyes, Omar Corrales, Julio Pacheco, entre otros.

El primero fue colocado frente al Ayuntamiento de Hialeah, en Palm Avenue y la 5 calle, por donde también está ubicado su estudio.

Uno de los flamingos se encuentra en la intersección de la 49 calle con la 8 avenida del oeste; otro está en la 331 W 78 Road, y otro en la 231 W 79 Place.

Hialeah en el corazón 

Para Villamil, pertenecer al colectivo artístico de Hialeah es un gran orgullo y una manera de recordar siempre sus raíces.

“Es algo maravilloso. La ciudad de Hialeah es una de las más calurosas, y no hablo del calor del Sol, sino del calor humano que he experimentado en todo el sur de la Florida”, manifestó.

“Somos una población trabajadora que vinimos con una maleta cargada de sueños para la misma ciudad. Y darle un poquito más de color al entorno donde vivimos, es lo más placentero que yo puedo experimentar en la vida. Me llega una cantidad de fotos constantemente de personas que ven losflamingos, se hacen una foto y me etiquetan en las redes sociales, o me la envían por teléfono”.

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