El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos propuso que se le brinde estatus de especie amenazada a la tortuga caimán, un reptil enorme de caparazón espinoso que habita en el fondo de los lagos y atrae presas extendiendo un señuelo en forma de gusano, informó el lunes la agencia.
Sur Florida / AP
Estas tortugas han sido declaradas especie protegida en todos los estados en donde habitan, pero los efectos a largo plazo de su captura para preparar sopa de tortuga son una de las razones por las que su población es tan reducida en la actualidad, señaló el FWS (siglas en inglés de la agencia).
“Las tortugas caimán son algunas de las criaturas más feroces y salvajes del sureste, pero la sobrexplotación y la destrucción de su hábitat ha puesto sus vidas en riesgo”, dijo Elise Bennett, abogada del Centro para la Biodiversidad, en un comunicado de prensa.
Las tortugas padecen los efectos de “décadas y décadas de explotación”, señaló Bennett, cuya organización presentó una demanda para proteger a la especie.
Las tortugas caimán pueden vivir hasta 80 años, y se sabe de machos que pesan hasta 113 kilogramos (249 libras) con caparazones de hasta 74 centímetros (29 pulgadas) de longitud. Sus mandíbulas tienen la fuerza suficiente para romper huesos.
Se calcula que existen unos 360.000 ejemplares en 12 estados, pero sin protección su número probablemente se desplomaría a un 5% de esa cifra o menos en 30 a 50 años, indicó el FWS el lunes durante una presentación previa en línea sobre un anuncio en el Registro Federal, programado para el martes.
Antes era posible encontrarlas en Kansas e Indiana, pero actualmente viven en Alabama, Arkansas, Florida, Georgia, Illinois, Kentucky, Luisiana, Missouri, Mississippi, Oklahoma, Tennessee y Texas, indicó la agencia.
“Su hábitat se ha contraído en Illinois, Kansas, Kentucky, Missouri, Tennessee y posiblemente en Oklahoma”, destacó la dependencia.