5 de noviembre de 2024 10:39 PM

EEUU sufre déficit comercial récord tras altos precios y enorme deuda

EEUU sufre déficit comercial récord tras altos precios y enorme deuda

SurFlorida – Diario Las Américas 

Los precios de los materiales de construcción, del combustible y de productos imprescindibles para el consumo se han disparado en los últimos meses, frente a un déficit comercial sin precedentes y una deuda que asciende a 30 billones de dólares.

Aunque la economía avanza en su recuperación, gracias a las medidas de emergencia tomadas a principios de la pandemia de COVID-19 y durante el 2020, las preocupaciones de una inflación perjudicial por los altos precios se han incrementado ante niveles no esperados por los analistas a principios de año.

Entre los grandes inversionistas en Wall Sreet circulan rumores sobre una posible alza de las tasas de interés en EEUU por los altos precios y el temor a una inflación descontrolada, a pesar de que Jerome Powell – presidente del Banco Central (Reserva Federal) ha reiterado desde finales del 2020 que “se mantendrá entre 0 y 0.25% la tasa de interés, aunque la inflación sobrepase el 2%”. La inflación interanual en abril aumentó al 2,6%, con tendencia a continuar su rápido ascenso.

La economía se “recalienta” 

Entre augurios positivos sobre la continuidad de una recuperación sólida y sostenida en EEUU, que comenzó desde julio del 2020 luego de una contracción del 31,4% en el 2do trimestre por el cierre de la economía, analistas y entidades federales consideran que se ha entrado en un proceso de “recalentamiento”. El término significa que el crecimiento económico se ubica por encima de la capacidad productiva y genera un desequilibrio y el aumento de la inflación, porque la demanda supera los bienes que se ofrecen.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, reconoció el 4 de mayo que los tipos de interés en el país quizás tengan que subir para controlar el “sobrecalentamiento” de la economía, declaraciones que contrastan con las del presidente de la Reserva Federal.

“Puede ser que las tasas de interés tengan que subir ligeramente para que nuestra economía no se sobrecaliente”, afirmó Yellen en un encuentro virtual, en referencia al término utilizado por los economistas sobre una elevación súbita de precios.

Con una alta demanda, problemas logísticos causados por la pandemia a nivel global y la dependencia de suministros de EEUU, los precios han escalado de forma estrepitosa.

Se disparan los precios 

El valor de los cereales, base de muchos alimentos elaborados, subió un 220%; el petróleo cuesta 30% más, el crudo ronda los 70 dólares el barril y sus derivados -como la gasolina [regular]- roza los 3 dólares el galón en varios estados. El promedio nacional es de 2,89 dólares en comparación con 1,77 dólares hace un año atrás, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA), que agrupa a las organizaciones del sector.

Levantar la estructura de madera de una vivienda en EEUU cuesta ahora 36,000 dólares más como promedio en comparación con meses atrás. El estaño, utilizado en circuitos electrónicos, piezas de autos y baterías, duplicó su valor en un año y está en su más alto valor desde el 2011.

Debido al alza de los plásticos, el papel y el azúcar, empresas como Procter and Gamble, Kimberly-Clark y Coca-Cola ya anunciaron que aumentarán el precio de sus productos.

Entre los aumentos más espectaculares, se cuenta el de la carne de cerdo: 51% en un año, según el Departamento de Agricultura de EEUU y se suma a la lista el incremento que desde el 2020 ocurre con los huevos, la carne de res, el pan, leche y otros productos lácteos como yogur y quesos.

La escasez de semiconductores en la industria automotriz causa -desde hace varios meses- serios estragos en la producción de las grandes compañías como Ford y General Motors. La Ford, por esta causa, dejará de producir más de 1 millón de vehículos con una pérdida estimada de 2.500 millones de dólares.

En cuanto al sector inmobiliario, el valor de venta de las propiedades trepó entre un 8% y un 14%, en dependencia con la zona del país. En estados como Texas, Florida y Arizona el precio de las viviendas ha subido de forma considerable por el masivo éxodo desde estados demócratas como Nueva York y California, por reformas fiscales y otras leyes radicales implementadas.

Merman las exportaciones, fuente directa de ingresos

La lista es extensa y el freno a la subida de los precios parece no tener un fin cercano en correspondencia con un déficit comercial récord desde marzo del 2021 (74.400 millones de dólares), un 5,6% más respecto a febrero.

Las importaciones se mantienen en una línea ascendente (+6,3%) en 274.500 millones de dólares, indica un informe del Departamento de Comercio en EEUU.

En el primer trimestre del 2021, el déficit comercial de bienes y servicios creció a 83.200 millones de dólares; un 64,2% por encima del mismo período del año anterior. Mientras las importaciones continuaron su escalada, las exportaciones (fuente de ingresos directos) cedieron 21.000 millones de dólares.

Las estrategias y la disyuntiva

Como parte del análisis no se puede obviar que la deuda pública se encuentra en 30 billones de dólares, impulsada por paquetes de estímulo que mantuvieron la economía a flote a principios de la pandemia y ayudaron a decenas de miles de empresas y a millones de estadounidenses a sobrevivir, pero también desestimularon la búsqueda de empleo con beneficios semanales por estados que superaban los salarios habituales en diferentes sectores. Los efectos se han comenzado a sentir ahora.

Si el gobierno decide subir las tasas de interés, desacelera la economía, puede regular la inflación, pero se frenarían las inversiones. La venta de bonos del Tesoro, mediante la cual se paga la mayor parte de la deuda estadounidense, también se reduciría.

En esta encrucijada, habría que esperar qué riesgos asumirán las autoridades reguladoras federales: si mantienen las oportunas y efectivas estrategias durante la administración Trump o las cambian tras más de un año de pandemia y la vacunación masiva contra el COVID-19. Mientras, los estadounidenses seguiremos pagando los altos precios en detrimento del consumo (que impulsa el 68% de la economía) y de las finanzas individuales y familiares.

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