23 de diciembre de 2024 12:29 AM

EEUU se acerca a pico de delta, esperan que virus se torne endémico

La más reciente ola de coronavirus en Estados Unidos, impulsada por la variante delta, podría alcanzar pronto su punto máximo, aunque expertos advierten que no hay que cantar victoria y anticipan que el virus pasará a ser parte de la vida diaria en los próximos años.

Sur Florida / diariolasamericas

Hasta este lunes, el promedio de siete días para los casos diarios fue de 172.000, su nivel máximo de aumento incluso cuando la tasa de crecimiento se está desacelerando y los casos disminuyen en la mayoría de estados, según datos compilados por la herramienta de rastreo Covid Act Now.

Sin embargo, más de 1.800 personas siguen muriendo al día y más de 100.000 permanecen hospitalizadas por COVID-19 severo, un cruel recordatorio de los desafíos que han enfrentado las autoridades para vacunar a tantos estadounidenses como sea posible.

Bhakti Hansoti, profesora asociada de medicina de emergencia en la Universidad John Hopkins y experta en cuidados intensivos por COVID-19, le dijo a la AFP que vio a Estados Unidos siguiendo una trayectoria similar a la de India.

Los países de Europa occidental también han experimentado caídas similares en sus oleadas de delta.

Y aunque Hansoti respiró de alivio cuando acabó la ola de primavera, admite que esta vez está “un poco indecisa”.

La posible aparición de nuevas variantes de preocupación y la llegada de un clima más frío, que provoca más socialización en interiores, podría conducir a un repunte. “A menos que aprendamos de las lecciones de la cuarta ola”, advierte.

Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Saskatchewan en Canada, agregó no estar segura de que la cuarta ola haya terminado.

“Si te fijas en la ola de otoño-invierno, hubo periodos de un fuerte aumento exponencial y luego parecía que estaba cayendo, para luego volver a aumentar”.

Para garantizar que los avances se mantengan, es fundamental aumentar rápidamente el número de personas vacunadas. Actualmente, el 63,1 por ciento de la población habilitada mayor de 12 años está completamente vacunada, el 54 por ciento de la población total.

Esto coloca a Estados Unidos muy por detrás de líderes mundiales como Portugal y Emiratos Árabes Unidos (donde el 81 y 79 por ciento están completamente vacunados, respectivamente), a pesar de que en suelo estadounidense abundan las vacunas.

La administración del presidente Joe Biden anunció la semana pasada una serie de nuevas medidas para acelerar la campaña de inmunización, que incluye requisitos de vacunación para empresas con más de 100 empleados. Sin embargo, el impacto aún no se ha visto claramente.

Dos Estados Unidos

Más allá de las vacunas, los expertos quieren ver implementadas otras medidas.

Thomas Tsai, cirujano e investigador de políticas de salud en Harvard, insiste en el uso de mascarillas y que Estados Unidos siga el ejemplo de otros países que han adoptado pruebas rápidas generalizadas para escuelas y empresas.

Estas pruebas están disponibles gratuitamente o a muy bajo costo en Alemania, Gran Bretaña y Canadá, mientras en Estados Unidos se mantienen alrededor de los 25 dólares por un paquete de dos, a pesar de los esfuerzos de la administración Biden por reducir costos vía acuerdos con minoristas.

Por supuesto, el impacto de todas las medidas depende de su adopción, y en ese sentido ha surgido un patrón claro que refleja a dos Estados Unidos: las regiones de tendencia liberal son mucho más obedientes que las conservadoras.

Antes de la ola delta, algunos expertos declararon que, entre el porcentaje de personas vacunadas y las que ya ganaron inmunidad al infectarse, el país se acercaba a la inmunidad de rebaño.

Rasmussen dijo que esas predicciones habían resultado incorrectas y que era demasiado pronto para indicar cuándo se alcanzaría ese umbral.

“Todavía hay lugares del país donde la tasa de vacunación de adultos es inferior al 50 por ciento”, señaló.

Hacia la endemia

Aunque delta ha competido con todas las variantes anteriores y actualmente es dominante, el SARS COV2 continúa evolucionando rápidamente y los virólogos temen que puedan surgir más variantes peligrosas.

“No quiero ser agorera, pero también quiero tener algo de humildad, porque no creo que sepamos mucho de la función básica de muchas de estas mutaciones”, admitió Rasmussen.

Aún así, los expertos tienen la esperanza de que las vacunas continúen mitigando las peores consecuencias del virus para la mayoría de personas, y esperan que se autoricen en niños menores de 12 años en los próximos meses.

Se espera que ciertas poblaciones, como los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados, necesiten refuerzos y altas tasas de vacunación en sus comunidades para protegerlos.

En lugar de erradicación, el objetivo se ha reorientado a la domesticación del virus para las personas vacunadas, de manera que en casos inusuales de brotes la enfermedad se parezca más a una gripe.

No obstante, persisten las incertidumbres: por ejemplo, las personas infectadas todavía pueden padecer de COVID prolongado.

Greg Poland, experto en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo, predijo que la humanidad estaría lidiando con el COVID “bastante más allá de la expectativa de vida de muchas generaciones”.

“Todavía estamos inmunizándonos contra aspectos del virus de la influenza de 1918”, recordó.

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