Estados Unidos anunció este jueves que recaudó más de 40 millones de dólares en una subasta de crudo iraní que fue requisado en agosto cuando cuatro buques que se dirigían a Venezuela fueron interceptados.
Sur Florida/Diario Las Américas
Washington anunció en agosto la confiscación récord de 1,1 millones de barriles de petróleo que iban a ser vendidos a Venezuela por los Guardianes de la Revolución, una organización iraní que Estados Unidos considera como “terrorista”.
El fiscal general adjunto, John Demers, informó en una conferencia de prensa telefónica que Estados Unidos vendió y entregó el petróleo a un tercero.
El funcionario explicó que el dinero recaudado va a ser entregados a un fondo para las víctimas del “terrorismo”.
“Estimamos que cerca de 40 millones de dólares van a ser recuperados por la venta del crudo de esos cuatro buques”, indicó el fiscal que lleva el caso, Michael Sherwin, que señaló que este es el más importante decomiso de petróleo iraní.
Venezuela tiene las reservas probadas de crudo más grandes del mundo pero el colapso de su industria por problemas de gestión, tiene al país enfrentando una seria escasez de gasolina. A ellos se suma las sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Nicolás Maduro por narcotráfico y violaciones a los derechos humanos.
El régimen de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro – que no está reconocido por Estados Unidos – se ha vuelto hacia aliados como Irán.
En agosto, Teherán negó ser propietario de los buques y afirmó no estar relacionado con la operación.
El gobierno de Donald Trump e Irán están duramente enfrentados desde que Estados Unidos anunció en 2018 su retiro del acuerdo internacional para frenar el programa nuclear de Teherán.
Desde entonces Washington instauró sanciones incluyendo un embargo para el crudo iraní.