En América Latina hay desafíos preocupantes en materia de corrupción que no se resolverán de un día para otro, pero el resultado de la elección en Honduras ofrece esperanzas de que al menos allí podrían haber cambios, dijo el martes un importante funcionario del departamento de Estado.
Sur Florida / Diario las Américas
Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, explicó que los desafíos incluyen, por ejemplo, la corrupción persistente Venezuela, los embates a la transparencia en Nicaragua, el estado de derecho y las instituciones democráticas en El Salvador y Guatemala.
Pero “esto no quiere decir que no hay aspectos alentadores”, aseguró en una conferencia de prensa telefónica. “En Honduras, un país que enfrenta desafíos inmensos, tenemos la esperanza de que la presidenta electa Xiomara Castro genere cambios que favorezcan una gobernabilidad más transparente y un estado de derecho más fuerte”, explicó Nichols.
Castro, que integra la izquierda prochavista, manifestó antes de ser electa, que su país seguirá el ejemplo de Venezuela.
Pero Nichols dijo que incluía entre esas esperanzas la conformación de una comisión con respaldo internacional para combatir la corrupción en ese país centroamericano.
El actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido salpicado por acusaciones de narcotráfico en el proceso judicial en el que su hermano, el exdiputado Tony Hernández, fue declarado culpable de participar en la importación de más de 180.000 kilos de cocaína a Estados Unidos, entre otros cargos. La presidenta electa Castro se juramentará a finales de enero.
Nichols ofreció sus declaraciones en una conferencia de prensa telefónica que ofreció junto a Todd Robinson, subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos.
Las declaraciones tienen lugar días después de la clausura de la primera cumbre para la democracia, convocada por el presidente Joe Biden para analizar la lucha contra el autoritarismo y la corrupción en el mundo. A esa reunión virtual de dos días de duración no fueron invitados varios países de Latinoamérica, entre ellos Bolivia, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Desde antes de llegar a la presidencia Biden dijo que una de sus prioridades sería la lucha contra la corrupción en Centroamérica, al considerarla junto con la mejora de oportunidades económicas y la lucha contra la pobreza, un pilar fundamental para frenar la migración de cientos de miles de personas hacia el norte en busca de un futuro mejor.
“Somos muy consientes de los desafíos que tenemos por delante y sabemos que ni nosotros ni otros actores que trabajan de buena voluntad para combatir estos problemas, podremos superarlos de un momento a otro”, expresó Nicholson, tras indicar que Estados Unidos seguirá trabajando con la comunidad internacional para combatir la corrupción en la región.
Desde que asumió en el gobierno en enero, Biden ha promovido sanciones a numerosos funcionarios de la región sospechosos en temas de corrupción y narcotráfico.