El gobierno federal exigirá a las empresas con al menos 100 trabajadores que paguen el tiempo que se ausenten sus empleados para vacunarse contra el COVID-19, así como las ausencias por enfermedad si deben recuperarse de los efectos de las vacunas, dijo el lunes un funcionario de la administración Biden.
Sur Florida / AP
Estos requisitos formarán parte de una norma federal en trámite que detallará el modo en que los grandes empleadores cumplirán el requisito de que los trabajadores se vacunen o se sometan a pruebas periódicas de detección del virus.
La oficina de presupuesto de la Casa Blanca ha completado la revisión de la norma que elabora la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), la cual se espera que se publique esta semana.
La regla cubrirá a las empresas con 100 o más empleados, independientemente de cuántos estén en una ubicación dada.
“Los empleadores cubiertos deben desarrollar, implementar y hacer cumplir una política de vacunación obligatoria contra el COVID-19, a menos que adopten una política que exija a los empleados a elegir entre vacunarse o someterse a pruebas regulares de COVID-19 y llevar el rostro cubierto en el trabajo”, dijo el lunes un portavoz del Departamento de Trabajo.
También se requiere que los empleadores proporcionen tiempo remunerado a los trabajadores para que se vacunen y paguen ausencias por enfermedad para recuperarse de cualquier efecto secundario.
El funcionario dijo que la Oficina de Administración y Presupuesto completó su revisión de la norma de la OSHA el lunes, y que se publicará en el Registro Federal, el diario oficial del gobierno de Estados Unidos, “en los próximos días”.
El portavoz se negó a dar más detalles, diciendo que el gobierno “proporcionará más actualizaciones cuando tengamos más información”.
Por otra parte, el gobierno dará a los contratistas federales amplia autoridad sobre cómo hacer frente a los empleados que se niegan a ser vacunados, según las directrices que la Casa Blanca publicó el lunes.
De acuerdo a una orden ejecutiva que el presidente Joe Biden emitió en septiembre, los contratistas tienen hasta el 8 de diciembre para garantizar que los empleados estén vacunados en su totalidad. La orden se ha topado con la resistencia de algunos trabajadores de grandes empresas con contratos federales, como American Airlines y Southwest Airlines. El director general de Southwest dijo que su aerolínea no despediría a nadie por negarse a recibir las vacunas.