Los reguladores de salud de Estados Unidos anunciaron el miércoles la primera píldora contra el COVID-19, un fármaco desarrollado por Pfizer que podrá ser tomado en casa para evitar los peores síntomas de la enfermedad.
Sur Florida / Diario las Américas
El esperado anuncio se hizo mientras los casos, hospitalizaciones y muertes van al alza en Estados Unidos y las autoridades sanitarias advierten sobre un tsunami de infecciones nuevas causadas por la variante ómicron que podría abrumar a los hospitales.
La píldora, Paxlovid, es una forma más rápida y económica para tratar las infecciones de COVID-19 en sus primeras etapas, aunque los suministros iniciales estarán sumamente limitados. Todos los medicamentos aprobados anteriormente para combatir la enfermedad requieren una aplicación intravenosa o una inyección.
Una píldora antiviral de Merck también podría recibir autorización pronto, pero es casi seguro que el fármaco de Pfizer sea la opción predilecta por sus efectos secundarios leves y su mayor efectividad, incluida una reducción de casi el 90% en las hospitalizaciones y muertes entre pacientes que tienen más probabilidades de presentar síntomas graves.
“La eficacia es alta, los efectos secundarios no son muchos y es oral. Cumple todos los requisitos”, comentó el doctor Gregory Poland de la Clínica Mayo. “Estamos viendo una disminución del 90% en el riesgo de hospitalización y muerte en un grupo de alto riesgo, eso es asombroso”.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autorizó el medicamento de Pfizer para su uso en adultos y niños de 12 años en adelante que hayan dado positivo al COVID-19, presenten los primeros síntomas de la enfermedad y corran un alto riesgo de ser hospitalizados. Eso incluye a los adultos mayores y aquellos con obesidad y problemas cardíacos. Los niños elegibles para tomar el fármaco deben pesar al menos 40 kilogramos.
Se prevé que los medicamentos de Pfizer y Merck sean efectivos contra la variante ómicron del coronavirus porque no atacan la proteína de la espiga donde residen la mayoría de las inquietantes mutaciones de la variante.
Pfizer dispone actualmente de 180.000 tratamientos en todo el mundo, de los cuales entre 60.000 y 70.000 se destinan a Estados Unidos. Las autoridades federales de salud racionarán los primeros cargamentos para enviarlos a las zonas más afectadas del país. Pfizer dijo que la pequeña cantidad de suministros se debe al tiempo de producción, que toma alrededor de nueve meses. La compañía señaló que puede reducir a la mitad el tiempo de producción el próximo año.
El gobierno de Estados Unidos ha acordado comprar suficiente Paxlovid para tratar a 10 millones de personas. Pfizer dijo que está en camino a producir 80 millones de tratamientos a nivel internacional el próximo año, bajo contratos con Gran Bretaña, Australia y otras naciones.
Los expertos de salud concordaron que la vacuna sigue siendo la mejor forma para protegerse contra el COVID-19. Pero con cerca de 40 millones de estadounidenses que siguen sin vacunarse, los medicamentos efectivos serán fundamentales para combatir los repuntes actuales y futuros de la enfermedad.
De momento, Estados Unidos está reportando más de 140.000 infecciones al día y las autoridades federales advirtieron que la variante ómicron podría provocar un mayor aumento. La ómicron ya se ha esparcido por todo el país para convertirse en la variante dominante, confirmaron hace unos días las autoridades federales.
En este contexto, los expertos advirtieron que el impacto inicial del Paxlovid podría ser limitado.