Conor McGregor había asegurado que noquearía a Dustin Poirier en 60 segundos. No fue en ese tiempo ni ese resultado, porque el Diamante estremeció al mundo de los deportes de combate al imponerse por nocaut en el segundo asalto de la UFC 257 en Abu Dhabi.
surflorida/Por ENH
Poirier, quien entrena en el gimnasio American Top Team en la Florida, se levantó de una derrota inicial en el 2014 y se ratificó como el mejor peso ligero del momento, más allá del campeón Khabib Nurmagomedov, quien afirma haberse retirado por completo.
“Estoy feliz, pero no sorprendido’‘, expresó Poirier al final de la batalla. “Hice el trabajo. Conor tomó el resultado de manera profesional. Solo tengo respeto para él. Ahora estamos 1-1. Quizá lo hagamos nuevamente. Estoy feliz donde estoy. Estoy feliz con el hombre que veo en el espejo. Esta es una gran victoria’‘.
Una de las constantes que rodeó este encuentro era el reconocimiento de que Poirier era un artistas marcial muy distinto a aquel que cayó en menos de dos minutos ante McGregor y que había trabajado muy duro para redondear y aumentar su arsenal.
Se sabía que Poirier ya no era aquella máquina que venía adelante sin un plan, sino que había aprendido a contener sus emociones y escuchar a su esquina, donde se encuentran algunos de los mejores profesores que las MMA pueden ofrecer a nivel mundial.
